El conflicto laboral desatado en el Ayuntamiento a consecuencia de la escasez de plantilla y de las restricciones que ha impuesto el equipo de gobierno al cobro de productividades, gratificaciones y horas extraordinarias se ha agravado en los últimos días, tras el plante protagonizado por los sindicatos a la propuesta de la concejal de Recursos Humanos.
UGT, Sindicato de Policías Locales, CCOO y Csif se negaron a asistir el martes 17 de octubre a la Mesa de Negociación convocada por la vicealcaldesa y concejal de Recursos Humanos, Aitana Gandia, a modo de protesta por la situación “límite” que atraviesan todos los departamentos municipales y que está afectando a los servicios que prestan.
Según denunció el Comité de Empresa y Junta de Personal del Ayuntamiento, en la reunión de la Mesa únicamente estaba previsto hablar sobre determinados puestos de trabajo, la recatalogación y el aumento salarial de algunos de ellos, vinculados principalmente al departamento de Recursos Humanos.
Un pulso de los sindicatos
La medida no ha caído bien en la concejalía de Recursos Humanos, cuya responsable, Aitana Gandia, considera que ha sido “un pulso”, que ha cortando todo tipo de comunicación.
Gandia explica que en esa reunión se iban a abordar cuestiones para modificar los puestos de trabajo de dos departamentos “críticos”, como son Recursos Humanos y Servicios Económicos, y lamenta el gesto porque “los sindicatos saben que he sido siempre transparente con ellos, comparto muchas de sus reivindicaciones pero no se puede abordar de la noche a la mañana toda la relación de los puestos de trabajo (RTP) y ellos lo saben” y critica la “información sesgada” que han trasladado a la ciudadanía.
En cuanto a la paralización de servicios, la edil lo achaca también a los problemas económicos que arrastra el Consistorio al no disponer del cierre contable del año 2022 ni de presupuestos municipales este ejercicio. Este sería el caso del autobús municipal, que ha dejado de funcionar porque se debe el combustible de hace casi un año.
30% de vacantes y bajas
Actualmente, el Consistorio sufre unas deficiencias de personal que afectan a un 30 por ciento de la plantilla, formada por 238 trabajadores, debido a las bajas laborales y puestos vacantes.
La vicealcaldesa y concejal del área reitera que existen problemas estructurales de funcionamiento muy importantes que urge abordar y solucionar. Son problemas, añade Gandia, que vienen de lejos, “porque aquí se ha actuado en connivencia entre políticos, trabajadores y sindicatos a la hora de reestructurar los puestos de trabajo, amortizando muchas plazas y repartiéndose el trabajo y las remuneraciones (en algunos casos) de los puestos que iban quedando vacantes, lo que ha generando una sobrecarga de trabajo en todos los departamentos”. Esa sobrecarga, agrega la edil, se ha compensado con productividades y gratificaciones que “en muchos casos son ilegales, porque no ha existido un nombramiento, ni han sido temporales (algunas se pagan durante ocho o diez años), y horas extras también mal aplicadas”.
Gandia considera que no ha habido nunca unos objetivos laborales claros en el Ayuntamiento y lo que se ha hecho ha sido “parchear la situación, con sobrecarga de trabajo, a base de promesas incumplidas por parte de los equipos de gobierno anteriores”.
Tirar de la manta
Para la vicealcaldesa su expresión más popular tirar de la manta significa “regularizar todas estas cosas, acabar con las dinámicas erróneas y abordar lo que se ha hecho de manera ilegal todos estos años”. Y añade, que en esta primera mesa de negociación estaba previsto “sentar las bases de ese cambio”.
Por eso expresa su “perplejidad” ante el plantón de los sindicatos, “porque se supone que perseguimos los mismos objetivos” y desliza que pueden haber otros intereses detrás de esa medida. Aún así, la edil desea que los sindicatos se sienten a la mesa y espera que se retome el diálogo, “porque tenemos que trabajar en la misma línea’.
Incide en el hecho de que hay que acabar con los “privilegios” laborales que existen desde hace mucho tiempo en el Consistorio y muestra su respaldo a los funcionarios habilitados que ocupan los cargos de secretaria e interventor, “porque cuando ellos llegaron, sentaron las bases para que se pueda tirar de la manta en este ayuntamiento, se pueda dar visibilidad a todas las irregularidades que existen y se pueda revertir la situación”.
No hay vuelta atrás
Aitana Gandia es consciente de los problemas para proveedores, servicios públicos y empleados que ha ocasionado la decisión del equipo de gobierno de echar el freno al engranaje municipal, pero afirma que “nos estamos adecuando a la legalidad y, aunque quisiéramos continuar con un proceso de transición, aquello que no se acoja a la legalidad no lo vamos a asumir”.
Insiste en que debe haber un cambio de funcionamiento en el Ayuntamiento, el cual requiere de tiempo, dedicación y voluntad, y aunque sabe que los efectos a corto plazo no son positivos, afirma, de forma contundente, que “no hay vuelta atrás”.
Concluye recordando que accedieron al poder para trabajar y cambiar las cosas “no para seguir gobernando como lo ha hecho el PP durante 20 años”.