Onil
El colivenc guarda a sus espaldas una amplia trayectoria musical

Entre baquetas y estrellas: Juanjo Garrigos, el percusionista que tocó junto a Al Bano

8 octubre 2024

En Onil, cuando la brisa de la montaña traía ecos lejanos de la música de las fiestas, un niño, de apenas ocho años, descubría que había algo más que ruido en aquellos tambores. Eran los años cincuenta y Juanjo Garrigós, también conocido en el pueblo como ‘El Joven’, no sabía aún que su vida estaría marcada por el latido constante de la percusión. Con las manos inquietas, se sentaba frente a Ramón, «el Motxo», su primer maestro, mientras las paredes de la calle Cervantes resonaban con las primeras baquetas que él tocaría, quizás sin imaginar que su vida iba a estar siempre acompasada por el sonido de la música. A los diez años, Juanjo ya formaba parte de la Banda de Música de Onil, donde tocaba junto a su padre, Antonio Garrigós, que era clarinetista. Desde muy joven, supo que la música era su camino.

Los escenarios se abrieron para Juanjo cuando, en 1963, se unió a Los Románticos, una banda que recorría las versiones de grupos como Los Mustang y que representaba una bocanada de aire fresco para la juventud de aquellos años. Sin embargo, tras esa etapa, decidió formar una nueva banda llamada Neo Románticos, junto a Regino Martínez, Francisco Ledesma y Rafael Ferri. Aunque el grupo tuvo una vida breve, fue una experiencia intensa y creativa, donde exploraron nuevos caminos musicales durante aproximadamente un año. Tras la disolución de los Neo Románticos, Juanjo no dejó que el ritmo se apagara. Pronto se unió a un nuevo proyecto: la banda Los Bordones, donde colaboró con tres grandes amigos de Castalla: Paco, Jesús y Manolo.

Grupo Apolo con la vocalista Carmen

Además de su carrera musical, Juanjo tuvo que cumplir con el servicio militar en el Cuerpo de Infantería 21 en Alcoy. A pesar de las obligaciones militares, la música nunca quedó de lado, ya que incluso participaba en la banda del cuerpo, asegurándose de que el ritmo siempre lo acompañara. Fue entonces cuando se unió el Grupo Apolo, un proyecto que, curiosamente, debe su nombre a la llegada del hombre a la Luna en 1969. El mánager, inspirado por el momento histórico, sugirió que el grupo adoptara el nombre de la misión Apolo, y así lo hicieron. «Fue una época increíble», dice Juanjo, «nos sentíamos como si realmente estuviéramos volando hacia algo grande». Y lo hicieron, tocando en múltiples lugares y creando recuerdos imborrables en los escenarios. Además, el grupo adquirió una identidad propia gracias a la incorporación de la vocalista Carmen, cuya voz le dio un toque único a la banda, y más tarde se unió Miguel, también como vocalista, aportando su propia energía y carisma al grupo.

Un concierto en Murcia estuvo a punto de convertirse en una verdadera odisea para el Grupo Apolo. Paco, el bajista, había sido arrestado por participar en una protesta que quería evitar la cancelación de las tradicionales fiestas de la Vaca de Castalla. La banda, sin pensárselo dos veces, montó en la furgoneta y se plantó en el calabozo para liberar a su compañero. Tras varias conversaciones con el alcalde, Paco fue liberado, y aunque llegaron a Murcia por los pelos, la actuación fue un éxito. Como diría Juanjo: Hay conciertos que se preparan en el escenario y otros en la cárcel.

Entre los momentos más destacados de la carrera de Juanjo, uno en particular se mantiene vivo en su memoria: su participación en la Orquesta Diamantes. En agosto de 1975, Juanjo se encontraba en el escenario de una sala de fiestas en Águilas (Murcia) donde compartía cartel con un artista que en ese momento ya comenzaba a acumular éxitos que se cantarían a pleno pulmón durante décadas. En efecto, aquella noche, Al Bano—el de Felicità, Sharazan y tantas otras melodías que siguen sonando hoy—subió al escenario tras la actuación de la Orquesta Diamantes. «Fue un honor compartir escenario con alguien como él», recuerda Juanjo, consciente de que algunas noches tienen el poder de quedarse para siempre, aunque en el momento nadie sepa que están haciendo historia.

De izq a dcha: Antonio, Manel, Al bano, Juanjo Garrigós; agachados: Ovidio y Ricardo

En los últimos años de su carrera musical, Juanjo no dejó de explorar nuevos proyectos. Formó parte del Grupo Recuerdos, donde el repertorio se nutría de grandes éxitos italianos como Mama Mia de Ricchi e Poveri, y también se unió a Sombras 60, junto a Guill, Jaito y Jerónimo, con quienes compartió escenarios y mantuvo viva su pasión por la música. En 2010, se integró en los Jóvenes Carrozas, un grupo formado por Regino, Perales, Paco, Paco el de la Mariano y él mismo. En 2012, realizaron un par de actuaciones como banda Big Band, reviviendo la energía de sus primeras épocas y demostrando que la música sigue presente sin importar los años. Además, Juanjo ha participado en la Rondalla Colivenca hasta hace poco, un proyecto que le permitió reconectar con la tradición musical local y seguir transmitiendo su amor por la música en un ambiente más íntimo.

 

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