
Un poco de su jarabe, al Trumpantojo
El término liberalismo lleva camino de convertirse en uno de los más usurpados, tanto como pasa con el marxismo. Son legión quienes se les llena la boca de invocarlo y darse palmada en el pecho como los adalides de esa ideología benefactora de defensa de la libertad, cuando lo que realmente defienden tiene poco o nada que ver con tan loable derecho. El esperpéntico Trump, nada menos que el máximo dirigente de la primera potencia del mundo y la Meca a la que miran con reverencia los seguidores del libremercado, está dando muestras palmarias de este fraude léxico: aranceles a cascoporro. Eso se llama intervencionismo de manual, precisamente a manos de este ¿político? al que se suele encuadrar en el “ultraliberalismo”, menuda paradoja y menudo timo.
Ahora lo que tocaría, me parece a mí, sería darle un poco de su propio jarabe. Y tiene las de perder. No he mirado estadísticas, pero la economía más pujante del planeta seguro que tiene balanza comercial a su favor con la mayoría de los mercados, así que si se le aplican aranceles a sus grandes multinacionales, la “medicina” se le va a atragantar. Además, yo iría más lejos y rastrearía también a sus socios, porque “la fábrica del mundo”, China, funciona con alianzas de empresas a pachas, es decir, que para explotar a semiesclavos en Asia y otros rincones, el estupendo régimen del gigante amarillo obliga a crear sociedades con las compañías de su país. Pues aranceles también ahí y, por supuesto, a las armas yankis, esas que los pagafantas europeos financiamos como socios de la OTAN. Qué gran invento, esa Alianza Atlántica: en vez de aprovechar sinergias para compartir el gasto militar entre todos, pasamos por caja para que la industria armamentística norteamericana tenga pedidos. Gracias a Putin y ahora también a Zelenski, que le ha tomado el gusto a darle al gatillo y bombardea también fuera de sus fronteras, en suelo ruso. Qué puede salir mal.
Más aranceles: a los coches Tesla de su amigo Elon Musk; a los iPhones y demás maravillas de Apple… ¿sigo?