Los trabajadores de la Residencia y Centro de Día de Personas Mayores Dependientes Caseta Sarrió de Onil, de titularidad pública y gestionada por la empresa privada Gesmed (Gestió Mediterrània de Necessitats Socials), se manifestarán este lunes, 14 de octubre, de 10:15 a 11:30, en las puertas de la residencia. El motivo principal de la concentración es exigir a la Generalitat Valenciana que saque una nueva licitación, ya que, según explican los empleados, esta situación está retrasando la aplicación del convenio laboral aprobado en 2022, que debería haber traído consigo mejoras salariales, reconocimiento de la antigüedad y otros beneficios laborales.
El colectivo de trabajadores de la residencia explica que el retraso en la licitación está generando una pérdida significativa de poder adquisitivo. Los trabajadores denuncian que están perdiendo entre 300 y 400 euros al mes, ya que sus salarios no reflejan las mejoras pactadas en el convenio y, además, no hay retroactividad en los pagos. Esto ha llevado al personal a exigir que se respeten las condiciones establecidas en el convenio y se reconozca su antigüedad.
En respuesta a estas preocupaciones, Javier Cebrián, director de Comunicación de Grup Imedes (Gesmed), explicó a Escaparate que el contrato original de la residencia Caseta Sarrió de Onil se firmó para el periodo de 2017 a 2019. Desde entonces, la residencia ha estado funcionando fuera de contrato, lo que ha provocado serios perjuicios económicos para la empresa, incluyendo retrasos en los pagos y deuda no financiable por los bancos, lo que complica aún más la gestión de las residencias, tal y como explica a este periódico Cebrián. En esa misma línea, manifiesta que Gesmed entiende la frustración de los trabajadores, pero señala que la empresa está obligada a gestionar la residencia Caseta Sarrió bajo las condiciones establecidas en el contrato anterior, ya que el marco legal no permite cambios unilaterales. «Nosotros no podemos cambiar las condiciones. Estas son plazas públicas. Las condiciones las marca la Administración», aclara.
Situación «insostenible»
Entre las principales quejas del personal de la residencia se encuentra la falta de reconocimiento de la antigüedad. A día de hoy, los trabajadores denuncian que no reciben compensación alguna por trienios ni quinquenios, a pesar de que este derecho está contemplado en el nuevo convenio, señalan. Además, el plus de nocturnidad es otra gran fuente de malestar. Según exponen, actualmente el importe es de solo 9,85 euros, muy por debajo de los 24,17 euros que debería ser según el convenio aprobado.
«El problema se agrava los fines de semana», comentan, refiriéndose al ratio de personal auxiliar que atiende a los residentes. En esos días críticos, manifiestan que solo hay tres auxiliares para atender a 51 residentes, lo que sobrecarga al personal y compromete la calidad del cuidado que pueden ofrecer. La falta de cobertura de los días de libre disposición (LD) es otro de los problemas que afrontan. «Cuando un trabajador se toma un día de libre disposición, no se contrata a nadie para cubrir su ausencia, lo que nos deja operando por debajo de los mínimos necesarios», lamentan.
Sin embargo, desde GESMED subrayan que la empresa cumple con los ratios de personal establecidos por la Conselleria, según lo estipulado en el último contrato que se aprobó. Además, resaltan que «la Conselleria realiza inspecciones periódicas para verificar este cumplimiento, y paga a las empresas en función del número de personal asignado al servicio».
Para el personal de Caseta Sarrió, el objetivo de la concentración es presionar para que salga adelante una nueva licitación y que se cumpla con lo que ya está firmado, para garantizar así, la «dignidad laboral». «Trabajamos con amor, pero no somos robots», expresan en el comunicado que convoca la concentración, que hace hincapié en las dificultades que enfrentan los empleados para cumplir con sus obligaciones laborales bajo las condiciones actuales. Los trabajadores piden que se reconozca la valía del personal, se respete su antigüedad y se ajusten los salarios a lo que establece el convenio de 2022.
Por su parte, Javier reiteró que la empresa está a la espera de que la Conselleria abra el proceso de licitación, ya que, sin una actualización del contrato, Gesmed no puede aplicar las mejoras del convenio aprobado, defiende.
Una situación que se repite
La situación que viven los trabajadores de la residencia Caseta Sarrió de Onil no es un caso aislado, sino que forma parte de una problemática más amplia que afecta a numerosas residencias concertadas de la Comunidad Valenciana. Más de 30 centros, gestionados bajo concesiones públicas, se encuentran actualmente fuera de contrato. Estos centros se encuentran en una situación de «enriquecimiento injusto», ya que su gestión opera fuera de contrato. Esto se debe a la imposibilidad de aplicar nuevas licitaciones o prórrogas adicionales, dado que se han agotado todos los plazos permitidos por la normativa vigente.
Según datos proporcionados por la Vicepresidencia Segunda y la consellera de Servicios Sociales, Susana Camarero, el 42,6% de los 122 centros de gestión integral de la Generalitat, es decir, 52 de ellos, se encuentran en situación de enriquecimiento injusto. El presupuesto estimado para las próximas licitaciones de estos centros ronda los 200 millones de euros. A finales de abril el pleno del Consell aprobó una modificación del decreto que regula la tipología y funcionamiento de estos centros para que «en breve» arranquen las nuevas licitaciones.