Agentes de la Policía Local y Guardia Civil tuvieron que emplearse a fondo la madrugada del 19 de julio para evitar que un joven de 18 años en un fuerte estado de excitación acabara lesionándose de gravedad.
Los agentes acudieron a la vivienda donde se encontraba el joven alertados por los vecinos. A su llegada comprobaron que la puerta de entrada al portal comunitario había sido forzada y había una maceta rota en la acera, que había sido lanzada por el citado varón desde la ventana de su casa.
Tras acceder al interior de la vivienda, propiedad de la madre del afectado, los agentes encontraron al joven atrincherado con mobiliario en una de las estancias del inmueble. En una mano llevaba un spray de pintura roja, el cual accionó a distancia hacia los agentes, rociándose él la cara y la boca, y en la otra mano llevaba un cuchillo de cocina, amenazando a los agentes con autolesionarse si se acercaban.
Uno de los miembros de la Guardia Civil intentó negociar con él, sin mucho éxito, ya que el joven comenzó a efectuarse cortes en los brazos con el cuchillo, con la amenaza de seguir autolesionándose si cualquier sanitario de los que se encontraban allí (del soporte vital básico y Samu) se acercaba a socorrerle.
Posteriormente y tras más de una hora, los agentes de la Policía Local realizaron un último intento convenciéndole finalmente para que saliera de la habitación y entregara el cuchillo que llevaba en la mano y el otro más que tenía escondido entre la ropa.
Acto seguido el joven fue detenido y se comprobó que ya tenía una orden de detención anterior con motivo de un episodio reciente de violencia doméstica sobre su madre.
Tras la detención fue atendido in situ por el Samu y posteriormente trasladado al Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy.