El nuevo equipo de gobierno de Ibi se ha comprometido con las empresas a las que el Ayuntamiento debe dinero a ir regularizando los pagos a la mayor brevedad. Según explica el alcalde, Sergio Carrasco, en el pleno de septiembre se aprobará una modificación de crédito que irá destinada a pagar una parte de las certificaciones de obra que se adeudan a la empresa que ejecuta la reforma de la plaza de la Iglesia.
“Llevan un año sin cobrar”, afirma el primer edil, quien indica que, a pesar de ello, los trabajos nunca se han detenido. El alcalde y el concejal de Hacienda, David Rojas, visitaron la pasada semana las obras para conocer de primera mano su desarrollo. Acompañados por el arquitecto responsable del proyecto, se informaron sobre el estado actual las obras, así como las acciones previstas para salvar los contratiempos que pueden ir surgiendo.
600.000 de luz
Otra de las grandes deudas pendientes que tiene el Consistorio es el recibo de la luz. El equipo de gobierno informaba a mediados de agosto del aviso del corte de suministro, que había recibido de Iberdrola, si no regularizaba el pago de los más de 600.000 euros pendientes.
El alcalde señala la magnitud del problema, con impagos desde el mes de febrero, que han añadido más colapso económico al que ya se conocía. Carrasco indica que ya se ha saldado una parte de la deuda y el objetivo ahora es aprobar cuanto antes los presupuestos municipales de 2023 para regularizar todos los pagos pendientes, no solo a empresas, sino también a asociaciones de toda índole y clubes deportivos locales.
Prescisamente, señala el alcalde, una de las actuaciones más inmediatas es atender el pago de las prestaciones sociales individuales, cuyos beneficiarios “llevan varios meses sin cobrar”.
Impagos de 6’5 millones
La situación de colapso económico en el Ayuntamiento lo dio a conocer a finales de julio la concejal de Hacienda y portavoz del grupo municipal socialista, Nuria Pina, con más de 1.500 apuntes aún no contabilizados desde 2022 y facturas pendientes de pago por un importe de 6’5 millones de euros.
La edil denunciaba que la parálisis municipal “ha sido una incompetencia total del anterior equipo de gobierno, desde el primero hasta el último” y señalaba que el principal escollo se encuentra en el departamento de recursos económicos, donde la jubilación del anterior interventor provocó la paralización del Ayuntamiento, criticando que el PP no hubiera previsto con suficiente antelación esta importante baja en la plantilla.
Pina indicaba que el objetivo del equipo de gobierno es reestructurar la plantilla; una tarea en la que está metida de lleno la vicealcaldesa, Aitana Gandia, como responsable del área de Recursos Humanos, aprobar un presupuesto de trámite en octubre, que les permita afrontar los pagos pendientes, y ponerse a trabajar para que las cuentas municipales de 2024.