El joven Matías Guilló Pozo está cumpliendo su sueño de ser uno de los mejores bailarines del mundo. Su pasión y dedicación, desde que con cinco años decidió que quería bailar, le han llevado a que haya recibido hasta cinco ofertas de beca para cursar estudios en las más prestigiosas academias de ballet clásico, como la escuela Oslo Nacional Academy, en Noruega, o en la Scala de Milán, en Italia.
Sus primeros pasos los dio en la escuela municipal de ballet de Ibi, donde pronto apreciaron sus dotes innatas para esta disciplina artística, explican sus padres, y después recorrió varias academias y conservatorios de danza cercanas, como Alcoy, Novelda y Alicante, pero no fue hasta que llegó al centro de formación de Alba Martínez, en Elche, donde ha alcanzado el nivel que le está abriendo las puertas a los mejores ballets del mundo, con solo 16 años de edad.
Precisamente, por la academia de Alba Martínez pasan jóvenes de todo el país, que desarrollan su carrera pre-profesional antes de su partida a una escuela de renombre internacional. “En la escuela no solo damos la formación metodológica, también es necesario crear una estrategia clara para cada alumno hasta su ingreso en la escuela que más se le adecúe”, explica su directora.
Precisamente, para alcanzar ese prometedor futuro es necesario participar en la Youth America Grand Prix, un programa internacional y sin fines de lucro especializado en becas y competencias de ballet, dirigido a estudiantes con edades comprendidas entre los 9 y 19 años.
Matías se presentó a finales del pasado año a este programa y quedó finalista entre más de 500 participantes, siendo además becado por varias academias internacionales, tanto durante su participación en el concurso de Vicenza, Italia, como en el de Barcelona.
Ahora toca elegir, pero Matías Guilló tiene claro su destino porque como él mismo explica “el ballet es mi mayor pasión. Cuando bailo me siento como si solo existiera el ballet. Me mantiene centrado y atento. Haber sido becado en la academia nacional de las artes de Oslo es una oportunidad para desarrollar mi carrera como bailarín y de conocer mundo y una gran experiencia”.
El jurado destacó de él su excepcional físico y su gran potencia, además de su técnica y conocimientos, cualidades que ha trabajado de forma intensa estos años, para forjarse una larga y exitosa carrera profesional.