La principal medida del plan de choque acordado por los sindicatos y el equipo de gobierno está ya en trámite. La concejalía de Hacienda va a licitar en breve un servicio de asistencia y ayuda técnica contable con una empresa especializada en auditoría pública para cerrar la cuenta general del año 2022.
La medida, indica el edil David Rojas, se ha adoptado ante la falta de personal existente en el área de Recursos Económicos y ante la necesidad imperiosa de “fijar cimientos sólidos” para poder avanzar, y cerrar esas cuentas “nos permitirá conocer si existe un remanente de tesorería, que ahora mismo desconocemos, y en caso afirmativo, podremos preparar la modificación presupuestaria para incorporarlo”.
Para todo este proceso, “que debería haberse hecho con anterioridad”, recuerda el edil, es para lo que se contrata ahora una asistencia técnica, a través de una empresa especializada en auditorías públicas, que trabajará codo con codo con los funcionarios. “Nos han presupuestado 168 horas -añade Rojas- y si todo va bien a finales de este año tendremos la información contable”.
Presupuesto de 2024
Una vez se cierre la contabilidad del pasado año y se envíe al Tribunal de Cuentas, habrá que cerrar el ejercicio de 2023 e iniciar la elaboración de los presupuestos de 2024 para que puedan aprobarse en el primer trimestre.
De todos modos, pese a la hoja de ruta marcada, el responsable de Hacienda, remarca que “esto es una crisis presupuestaria, pero también una crisis de pago a proveedores y hay que ir resolviéndolo todo paralelamente”. Sobre este último aspecto, Rojas explica que se ha llegado a un acuerdo con otras áreas municipales para que sirvan de soporte a servicios económicos y avanzar en el pago de facturas, porque “si no vamos pagando a proveedores, incorporando crédito y cerrando ejercicios, no sirve de nada, ya que esos gastos habría que presupuestarlos en otros ejercicios. Por eso tiene que salir todo a la vez”.
Hay que recordar que, precisamente, el apoyo entre departamentos municipales es otro de los puntos incluidos en el plan de choque para desbloquear el colapso administrativo y, a partir de ahora, ciertas áreas ya tramitan sus propias facturas.
Medio millón por fiscalizar
La liquidación de pagos pendientes es uno de los asuntos que más preocupan al edil y tras el reciente nombramiento de un interventor accidental, mientras el titular sigue de baja, confía en que se pueda pagar el medio millón de euros en facturas pendientes por fiscalizar.
Además, ya se han firmado los contratos para el suministro de gasolina y la póliza del seguro del autobús, lo que permitirá regularizar en pocos días la situación.
Subvenciones a entidades
Entidades de toda índole y clubes deportivos figuran también en la lista de acreedores, en este caso del pago de subvenciones, que no han podido percibir este año al no disponer de un presupuesto. Sobre esta cuestión, David Rojas, indica que una vez se apruebe el trimestre “se les dotará de su cuota correspondiente de subvención y estamos estudiando incrementarla para compensar lo que no se ha podido abonar este año”.
El edil subraya que ha sido imposible obtener el crédito necesario del capítulo de gasto corriente para cubrir esas ayudas “porque estaba completamente agotado. Cuando entramos, el estado de ejecución de ese capítulo estaba casi al 90 por ciento, con lo cual no teníamos margen”.
Asimismo, recuerda que siguen pendientes pagos de certificaciones de obras públicas, como el cementerio y la plaza de la Iglesia.
Pese a la situación, Rojas muestra su confianza en el compromiso alcanzado con los sindicatos para que esta crisis presupuestaria se resuelva lo antes posible.