Exigen garantías al Ayuntamiento de que recuperarán la sede tras las obras de adaptación del edificio de Ibi
Críticas y malestar en las asociaciones por el desalojo en la fábrica Pilen
Las asociaciones con sedes en la antigua fábrica Pilen tendrán que abandonar el edificio, de aquí al mes de agosto, para que en septiembre comiencen las obras que reforzarán la solidez del inmueble y lo adaptarán a la normativa legal para su uso social.
Según explicó a los afectados el arquitecto contratado por el Ayuntamiento, Manuel Rocamora, el edificio debe cumplir el código técnico y disponer de espacios públicos de uso común. Rocamora les advirtió, en la reunión del miércoles 14 de abril, que, pese a la reforma, el edificio tendrá un aforo limitado y cada asociación tendrá que conocerlo y adaptar su actividad, “aquí no caben todas las asociaciones”, dijo.
Los asistentes lanzaron críticas hacia los responsables municipales por haber cedido locales sin garantizar la seguridad, sin prever la distribución y permitiendo que se hayan hecho inversiones en las sedes que ahora se perderán. Calificaron de “chapuza” la actuación en la Pilen y exigieron la garantía de que recuperarán sus espacios cuando terminen los trabajos.
La concejal de Servicios Públicos, Rosa Ibáñez, presente en la reunión, eludió señalar responsables políticos y aseguró que “la garantía de que continuaréis aquí la tenéis por escrito”, afirmó. Pese a ello, solicitó que cada asociación presente ahora un escrito con las actividades que desarrolla y el espacio que precisa. Ibáñez manifestó que es “como si viniérais por primera vez” y les informó que en el Ayuntamiento “no consta en ninguna parte qué asociaciones están ubicadas en la Pilen”.
Además del evidente asombro, los asistentes se mostraron dolidos e indignados cuando desde el Ayuntamiento se les responsabilizó de no haber exigido un contrato administrativo de cesión del local “porque ahora tendríais garantizados vuestros derechos”, según indicó la técnico municipal Pilar Jiménez.
Recordaron que fue la entonces edil Ana Sarabia quien les dio las llaves de los locales y que la alcaldesa inauguró la Pilen.
Nuevos locales
Según explicó Ibáñez, a partir de ahora, se buscarán emplazamientos temporales mientras dura el desalojo, que se calcula entre tres y cuatro meses. También expresó el compromiso de asumir los gastos que las asociaciones han efectuado en sus sedes para lo que solicitó fotografías de los locales.
Las obras de rehabilitación de la antigua fábrica Pilen las realiza el taller de empleo, creado en noviembre de 2009 a través de la subvención de la conselleria de Economía y en colaboración con el Servef. El Ayuntamiento cubre los gastos de material y pone los edificios en los que formarse y practicar, la Conselleria se hace cargo del sueldo de las personas de este Plan de Formación y el Servef colabora con 50.000 euros.
La concejal garantizó que este programa de formación continuará, aunque, en caso contrario, “está contemplada una partida presupuestaria para finalizar la obra”.
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