Por José Luis Fernández Rodrigo, periodista
Se conoce que a falta del “Coletas” y como la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz no da mucho juego -de momento- pues le ha tocado estar en el centro de la diana mediática otra vez a Alberto Garzón. Por aquello de que deben considerarlo el único “rojo” a tiro. ¿A quién se le ocurre soltar eso de que las macrogranjas resultan poco recomendables para la salud y para el medio ambiente? Ya me imagino a Aznar, por ejemplo, cargándose de razón con un comentario del tipo “quién es el Gobierno para decirme a mí qué tipo de solomillo me quiero comer”. Aunque ese ‘filet mignon’, en cuestión, esté trufado de antibióticos…
Y es que este intruso en la Moncloa, que para eso viene de Izquierda Unida, no aprende de la experiencia. Ya se atrevió a aconsejarnos zampar menos carne roja, con la monserga esa que difundieron también algunos científicos progres y perroflautas de que representa un factor de riesgo para enfermedades coronarias y otros peligros del corazón. ¿Se acuerdan? Menos mal que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salió son su sonrisa Profidén y le enmendó la plana: “Yo, donde se ponga un buen chuletón, al punto… eso es imbatible”. Brillante.
¿Cuál va a ser la próxima, alma de cantarillo? ¿Animarnos a hacer deporte y volver a la dieta mediterránea con más ensaladas y verduras? Si lo haces, no dejarás más remedio al jefe del Ejecutivo que destituirte de una vez.
De momento, no lo habrá hecho porque necesita todos los votos en el Congreso de los Diputados. Por eso, en el colmo del cinismo, se dedica por ahora a hacer de “poli bueno” y ponerse de parte de toda la industria cárnica, aunque en 2019, anteayer, cómo quien dice, nos prometía que iba a luchar por un modelo ganadero con granjas más pequeñas y sostenibles, exactamente lo mismo que preconiza Garzón, al que deja como “poli malo” de la película con total desvergüenza. O qué decir del a menudo impresentable Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha: tiene el cuajo de pedir la cabeza del ministro de Podemos por abogar por lo mismo que él aplica en su Comunidad Autónoma, con una moratoria a macrogranjas recién aprobada. Vaya jeta.
De la “bancada” política de derechas, para qué hablar. Seguro que usted, estimado lector, ya ha sido informado por tierra, mar y aire (léase digitales, WhatsApp, redes sociales…) profusamente sobre el tremendo delito cometido por el muchacho ese que no se entera, de Podemos. En fin, como ya pasó hace una década con la prohibición de fumar en espacios públicos, bares, etcétera, pues cuando dentro de unos años, desde Bruselas, nos ordenen exactamente lo mismo que ahora plantea Alberto Garzón, entonces ya se aplicará y nadie se acordará de que él lo anticipó de buen rollo. Como con “Madrid central” y tantas otras cosas que vienen con los tiempos y el progreso, que por más que le pese a muchos, no se pude desligar de algunos (no todos) de los preceptos “progres”.