
Leire, que parezca un accidente
Vaya bochorno. Aunque Leire Díez no suena como una figura de primera línea en las filas ¿socialistas? del PSOE, tampoco se le conoce una trayectoria de periodista demasiado lustrosa. ¿De verdad iba a escribir un libro? Entonces, esta mujer encaja en ese fascinante papel de “fontanera política”, una especie de mangoneadora en la sombra que se dedica a maniobrar con dudosas o malas artes directamente para beneficiar a su partido. Asesores, creo que los llaman algunos. Y la han pillado con el carrito del helado, apuntando nada menos que a embarrar a un alto oficial de la UCO a cambio de la ayuda de fiscales.
Huele a sospechoso por todos lados y la única suerte que tienen en Moncloa es que en sus vergonzosos audios propios de la mafia ni se mencionan siglas ni al Gobierno. Pero no cuela. En estos casos, al agente secreto se le advierte de que está solo, de que nadie va a responder por él ni cubrirle las espaldas. Y, sobre todo, “que parezca un accidente”, si consigues llevar adelante tu misión. Además, para más vergüenza ‘sociata’, ni siquiera la han echado del partido: se ha ido ella.
Poca justificación para los de Perro Sanxe es que todo esto ha salido a la palestra por el no menos impresentable Víctor de Aldama, el desesperado presidiario en libertad provisional, ese que prometió tantas pruebas que, de momento, se quedan en mucho ruido y algún papel con rotulador y poca tinta. Por cierto, menudo espectáculo que ha dado el sujeto en la comparecencia de Leire Díez, exhortando a Alberto Núñez Feijóo a que desaloje a Sánchez del poder. Se les ha visto el plumero a los dos.
Si es que estos tejemanejes de espionaje de baja estofa hay que dejarlos en manos de profesionales y gentes de bien. Aprendan ustedes del exministro Jorge Fernández Díaz, que montó la ‘paraeta’ —ya para empezar— con fondos públicos (en cambio, ¿quién le pagaba a Leire… pringaos?) y utilizó a policías y gente que sabe del paño. Como ese que se jactaba en la comida con Villarejo y Ferreras de “fabricar un informe de una cuenta bancaria en un paraíso fiscal con la punta de la p…” Ya sé que lo he contado en estas páginas, pero me parece tan insuperable.
Leire, Leire… “afisioná”.
Señores votantes, ¿para qué conformarse con sucedáneos, teniendo ahí al alcance de la mano y la papeleta al ‘chocolate’ auténtico? Venga, ya queda menos, tal como apuntan las encuestas: en un par de años tenemos en la Moncloa a un colega de veraneo en el yate de un narcotraficante en coalición con el profeta de Franco en la Tierra. Ese entusiasta del (pato) Donald Trump, el irrepetible ‘Obascal’. Que aproveche.