La madrugada del 2 de diciembre, agentes de la Policía Local de Ibi, en coordinación con la Guardia Civil, llevaron a cabo una compleja intervención para garantizar la seguridad de una mujer incluida en el sistema VioGén con nivel de riesgo extremo.
La actuación se inició cuando la Guardia Civil solicitó apoyo a la Policía Local para localizar y detener a un hombre presuntamente implicado en un delito de violencia de género. A su llegada al cuartel, los agentes se encontraron con la víctima, que presentaba lesiones visibles y aseguró no tener un lugar donde pasar la noche más allá de su domicilio, donde además dijo que se encontraba su perro.
Con el objetivo de protegerla, las patrullas acompañaron a la mujer hasta su vivienda para comprobar que el presunto agresor no estaba en el interior. Sin embargo, la intervención se complicó cuando la víctima comenzó a mostrar una actitud agresiva y descontrolada hacia los agentes, insultándolos, amenazándolos e intentando acceder al domicilio sin permitir la preceptiva verificación de seguridad.
Según relatan fuentes policiales, la mujer llegó a empujar a varios agentes, tanto de Policía Local como de Guardia Civil, obligando a los actuantes a emplear la mínima fuerza necesaria para evitar que se causara daño a sí misma o a terceros. Al detectar signos compatibles con un posible estado de agitación por abstinencia, se solicitó asistencia sanitaria, aunque la víctima rechazó finalmente ser atendida.
Una vez asegurado el inmueble y comprobado que el presunto agresor no se encontraba dentro, la mujer pudo acceder a su vivienda mientras los agentes permanecían en el exterior, cumpliendo el protocolo de vigilancia propio de los casos de riesgo extremo.
La actuación, que se prolongó durante cerca de cinco horas, evidenció —según destacan fuentes policiales— la profesionalidad, paciencia y compromiso de los agentes implicados, centrados en todo momento en proteger la integridad de la víctima pese a la falta de colaboración mostrada durante el operativo.
