
Ciudadanos de pleno derecho
Montse Agulló Ferrándiz, Concejal de Servicios Sociales de Ibi
El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) afecta a 1 de cada 100 niños en España. Poco a poco, la sociedad va tomando conciencia de sus necesidades que, en la mayoría de los casos, coinciden con sus derechos.
Aunque estamos en el inicio, las administraciones públicas vamos diseñando política dirigida a integrar a estas personas y a contribuir a la conciliación de sus familias. En Ibi, hace escasamente unos años, no existía ninguna iniciativa expresamente dirigida para este colectivo. Hoy contamos con algunas que, sin duda, tienen que ser la punta de lanza de una agenda mucho más amplia.
La última medida adoptada en Ibi ha sido la puesta en marcha de las escuelas de verano inclusivas. Todos los niños y niñas con diversidad funcional que lo han solicitado, han podido participar en la escuela de verano que han elegido y el Ayuntamiento ha sufragado el coste que supone la contratación de monitores con titulación específica, que apoyarán a estos menores. La gestión y coordinación de estos monitores corre a cargo de la asociación ADIBI. Esta es una iniciativa que empezó el año pasado y que fue un éxito, por lo cual, desde este equipo de gobierno, teníamos claro que había que darle continuidad.
En diciembre, desde el Ayuntamiento y a iniciativa de la Taula de la Dependència, organizamos las primeras Jornadas de Deporte Inclusivo en Ibi. El 3 de diciembre, el polideportivo municipal fue escenario de actividades como un partido de baloncesto inclusivo, una carrera de sillas de ruedas con obstáculos, juegos cooperativos con el paracaídas, y un partido de colpbol. También hubo una exhibición de danza inclusiva, una competición de boccia y bádminton inclusivo, además de una actividad de kickboxing. Cerca de 300 niños participaron en estas actividades.
Al inicio de temporada, desde el Ayuntamiento gestionamos la cesión de uso de un espacio deportivo adecuado para el equipo de baloncesto Balls Angels, formado por niños con diversidad funcional.
En fiestas de septiembre, se acordó con la feria de atracciones realizar un día sin ruido, es decir, en el cual estuviera apagada la música de las atracciones, de forma que estos niños con necesidades especiales pudieran disfrutar de la feria sin trastornos ni estrés. Cómo en años anteriores, con la colaboración de ADIBI, se habilitó una tribuna adaptada para que cualquier persona con diversidad funcional que lo solicitara, pudiera disfrutar de las entradas de Moros y Cristianos en un entorno adecuado.
Quiero reiterar que estas iniciativas tienen que ser un punto de partida. Queda mucho por hacer. En su punto de mira está la accesibilidad del pabellón Rubén Plaza y el proyecto de accesibilidad cognitiva.
Desde el actual equipo de gobierno reafirmamos nuestro compromiso con los niños con diversidad funcional. Son ciudadanos de pleno derecho y hay que continuar trabajando para que esta afirmación se ajuste a la realidad.