Por Mª José Herrero, portavoz del Grupo Municipal Popular de Ibi
¿Quién no confía en que, tras la tempestad, siempre viene la calma?
Estamos inmersos en una época de grandes cambios, y no nos referimos únicamente a los meteorológicos. En nuestro recuerdo permanecen todavía las semanas recientes en que la lluvia no dio tregua y nos caló hasta el humor. Y tras ella, este sol justiciero que nos acompaña desde hace unos días y que en breve hará desaparecer los vestigios de los charcos y las corrientes inusuales de agua que tanto apreciamos, a pesar de la incomodidad que nos supuso que lloviera incesantemente.
Algo similar está sucediendo en el día a día del ayuntamiento. La coyuntura actual está dificultando que muchos de los proyectos que estaban avanzados y en la línea de salida deban retrasar su inicio debido, principalmente, al incremento desorbitado en los precios de las materias primas, pero también a decisiones tomadas por otras administraciones que no tenemos más remedio que acatar. Hablamos, por poner algunos ejemplos, de las obras de remodelación de la Plaza de la Iglesia, de la construcción del almacén en la Protectora que condiciona sí o sí la licitación del servicio (un pliego de contratación que es técnicamente muy complicado y está supeditado al cumplimiento previo de ciertos requisitos como esta obra), o de la construcción de la Residencia, especialmente necesaria y demandada por toda la ciudadanía.
Volviendo a la lluvia, ésta nos “obsequió” con máquinas y trabajos paralizados en las calles, además de regalarnos un ambiente limpio, fresco y de colores brillantes. Ahora, con este sol, relucen más los nuevos pavimentados, las aceras renovadas, la habilitación de zonas accesibles y, en general, la mejora en diversos espacios de nuestro municipio que es indiscutiblemente apreciable. Estos trabajos de renovación y rehabilitación, por supuesto, continúan a pesar de las zancadillas.
Asimismo, este buen tiempo nos ha traído buenas noticias, como el interés del IVACE en desarrollar la segunda fase del nuevo polígono. Nos congratulamos en comprobar, una vez más, que las gestiones realizadas y que vienen de lejos dan sus frutos en el momento en que son posibles y cuando la administración competente lo decide. En nuestras manos no está la decisión final de lo que no depende de nosotros, pero sí el desarrollar un trabajo riguroso, insistente y continuado para que esa decisión sea positiva para el municipio.
Pese a todos los impedimentos con los que tenemos que lidiar y que son inherentes a la tarea que nos encomendaron nuestros vecinos y vecinas, este equipo de gobierno tiene el pleno convencimiento de que, en breve, podremos olvidar la preocupación que ahora nos invade por la incertidumbre del momento. Más pronto que tarde podremos disfrutar de todas esas infraestructuras que ahora se ven afectadas y contemplaremos con orgullo cómo se materializan, recompensando así el esfuerzo, el tesón y la ilusión que mantenemos por Ibi.