Por José Luis Fernández Rodrigo, periodista
Quizá el mejor adjetivo para definir a alguien como Elon Musk sea que se trata de un ser excepcional. En el sentido de que hay pocos como él, nadie podrá discutir eso. Pero si uno echa una ojeada a lo que se dice de este personaje, resulta difícil encontrar opiniones más dispares sobre alguien: unos lo elevan al Olimpo como un visionario extraordinario, un genio, mientras otros lo denostan como un villano sin remedio.
No me quedo ni con un extremo ni con el otro. Pensar que Musk es un emprendedor que empezó de la nada peca de ingenuidad, porque parece ser que ya arrancó con un capital nada despreciable que ni usted ni yo vamos a manejar en nuestras vidas, seguramente. Y simplificar todo a que ha basado su riqueza y su progresión a estafar, engañar, explotar… tampoco explica un éxito de tales dimensiones. Esta vez no voy a citar a políticos que todos tenemos en mente y que, según su posición ideológica, opinarán que un dios o que un diablo.
En el mundo concreto del automovilismo, el dueño de Tesla despierta igualmente exageraciones entre incondicionales y detractores. A mí me parece que sus baterías de larga autonomía han revolucionado el sector y están tirando del resto de marcas hasta hacer más asequible la tecnología de los coches eléctricos. Pero también es verdad que fabricar una gama que arranca en unos 50.000 euros el modelo más modesto… no parece una filosofía muy democrática, más bien elitista. Y cuentan que los acabados interiores y algunos detalles de sus vehículos no justifican ni de lejos esos precios.
Lo último de Musk ha sido lanzar una recomendación a España para que generemos energía eléctrica solar para toda Europa. Toda la razón. Más dudosa me parece su apuesta por las baterías de litio, que al parecer esquilman minerales a toda velocidad, sin contar con que no sé si se podrán reciclar en el futuro todas las baterías que van a hacer falta cuando casi desaparezcan los motores de combustión de toda la vida.
La revolución eléctrica se perfila como una realidad más sostenible y menos agresiva con el cambio climático, pero tendrán que idear nuevas tecnologías para las baterías. Y tal vez sea de nuevo Elon Musk quien las lance al mercado, aunque no provenga de su invención, pero si se entera de algo, lo comprará y comercializará.
P. D. El mismo día 6 de abril que declaró el hermano de Ayuso en sede judicial por sus comisiones, se filtró y publicó el escándalo del primo de Almeida. ¿Casualidad? ¿O la mancha de una mora, con otra verde se quita…?