Editorial 1160
El independentismo catalán ha iniciado una nueva cruzada a cuenta de un asunto, mezcla de faldas y espionaje patriótico. Esta vez ha sido contra un supuesto topo de la Policía Nacional infiltrado en colectivos separatistas con el objetivo de recabar información bajo el mando del Ministro Grande-Marlaska. Este infiltrado se hizo pasar por un activista que acudía a entorpecer desalojos policiales, a sumarse a manifestaciones en favor al derecho a decidir y a cualquier otra reivindicación alienada con los intereses de la izquierda separatista de Cataluña. La identidad del agente estaba oculta en un extraño personaje llegado de las Islas Baleares, tatuado con símbolos anarquistas y con una estética que le hizo hacerse pasar por uno más en los ambientes públicos y privados de la extrema izquierda. Su adaptación al entorno activista fue tal que llegó a intimar con hasta siete u ocho mujeres de estos colectivos proseparatistas sin que ninguna de ellas se percatara de su falsa identidad. Finalmente, este personaje desapareció del círculo social con el que se rodeaba en un barrio de Barcelona. Ni examigos y ni exparejas tuvieron más noticias que un supuesto viaje a Dinamarca para un trabajo que había encontrado allí. Y nunca más se supo. Hasta aquí todo más o menos habitual dentro de los que son las atribuciones de cualquier servicio de espionaje de un país democrático para conocer los pasos de unos colectivos que en muchas ocasiones saltan la delgada línea de lo legal.
Al margen de lo que puede ser un este asunto en el ámbito político, lo que llama la atención es que colectivos feministas, sumado a partidos como Bildu, Podemos o los propios independentistas catalanes, vengan a pedir explicaciones al Marlaska por este affaire de espionaje al mejor estilo 007.
Chico se hace pasar por estupendo colega de aventuras y otros jolgorios y al final acaba en la cama con amiga. En realidad fueron varias las mujeres que, al parecer, mantuvieron distintas relaciones sexoafectivas sin que supieran la verdadera personalidad de este Casanova que no tenía más objetivo que cumplir con su cometido policial y conocer todos los entresijos de los movimientos independentistas en el mismo epicentro de la disidencia catalana. Y vaya si lo consiguió. Es cierto que hacer uso de habilidades seductoras para introducirse en la cama de alguien con otra finalidad, sea del sexo que sea, es algo inmoral y deleznable desde el punto de vista emocional, pero en la vida real hay infinidad de impostores que se hacen pasar por grandes economistas, veteranos periodistas, expertos sanitarios o políticos con impoluta imagen pública con el único objetivo de aumentar su proyección personal sin el más mínimo rubor ni decencia. Y así nos va.
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Ningun policia ni guardia civil va a tener nunca la clase ni la elegancia de un 007 ya que era britanico.... Ellos son mas como Torrente. El 007 se acostaba con mujeres de postin, y este sujeto se acostaba con Hippies... Me averguenza profundamente estas actuaciones Policiales.
Las policias españolas van de escandalo en escandalo cada semana hay algo casi y Escaparate encima les aplaude dejando una imagen mala, este pais cada vez se parece mas a un pais Sudamericano. Si se lo hubiernan hecho alguna familiar vuestra igual no lo publicabais necios...
Cuando una agente de la guardia civil mata a sus hijas y despues se mata ella no lo publicais Basuraasss... Y eso es mucho mas grave es un asesinato juntaletras que no teneis objetividad ninguna...
A ver Bond, si te enteras, el editorial es un artículo de opinión, no es información.
Que problema tienes... Y que yo estoy dando mi opinión también. Pareces un hermano mayor que va detras regañando...
A ver si te enteras Javier que defender algo que esta mal aunque lo haga un Policia sigue estando mal. Al no hacerlo presupongo lo que puedes ser, ten claro que aqui no puedes conmigo de ninguna forma que te quede claro jajaja