Acabamos de dejar atrás un 2022 completamente atípico desde el punto de vista social, económico y geopolítico. Comenzamos este año con los últimos coletazos de una pandemia que ha removido el mundo y que lo sigue haciendo todavía en algunos rincones del planeta, con una guerra en el corazón de Europa que parecía imposible, pero que finalmente ha sido. Una invasión de Rusia en tierras ucranianas que fue el golpe definitivo para que los precios de la energía, del petróleo y de todo lo demás, explotaran hacia arriba para desgracia de la clase media, principalmente. Una fiesta negra de interminables subidas del IPC, a la que se han apuntado las grandes compañías sin el menor rubor, y que todavía no se le ve fin.
Tenemos a una clase política enzarzada en sus propios desencuentros jurídico-políticos que han desembocado en un hastío social excepcional. Una desvergüenza que alcanza el culmen de los despropósitos cuando el gobierno, cuando le interesa, cambia leyes y normas a toda velocidad sin importar el impacto legal o social de esos cambios. Todo para complacer los intereses de unas privilegiadas minorías que buscan salvar el culo a toda costa y seguir viviendo de los demás. Para desdicha de los contribuyentes, estas maniobras siguen alejadas de los verdaderos problemas que afectan a los ciudadanos y ahí queda todo: unas pataletas de la oposición, algunos actos teatrales en el Congreso de los Diputados y, el resto, pensando en la próxima cena de Navidad o cómo vendrán de cargados los Reyes.
Y a pesar de que vamos a iniciar un año lleno de incertidumbres y encrucijadas, la mayoría sigue sumergida en su cotidianidad particular como bálsamo natural generador de pequeñas dosis de felicidad. Esa misma cotidianidad que desde Escaparate transformamos en vocación de servicio público a través de nuestras páginas, renovando la confianza cada viernes y cada día, siendo notarios de la actualidad, –ya van 29 años–, y afianzando nuestra pequeña comunidad a través la información más próxima. No nos queda otra que agradecer la confianza a todos los que nos han seguido estos últimos 365 días y desear que sus Majestades los Reyes Magos de Oriente traigan para este 2023, serenidad, salud, paz y solidaridad a partes iguales. Feliz año queridos lectores.
Feliz año Escaparate, me ha gustado el artículo. Que bien suenan las palabras serenidad y paz...yo añadiria y fe en Dios. Saludos
La política se ha convertido en una batalla de adoctrinamiento en todas las direcciones cuyo único fin es mantener sus acomodados status de vida mediante mensajes que calen en la sociedad, ya sean nacionalismos, extremismos, etc etc. Ojalá la sociedad sepamos poner sentido común y evitar que nos utilicen como armas arrojadizas. Su deseo es vivir a todo tren detrás de sus respectivas siglas el máx tiempo posible. La política de primer nivel debería tener una duración limitada de máx 8 años p.ej.
Muy acertado Ibense 23 lo que has dicho, convertirlo en un combate de boxeo constante y que nos usen para ello yo personalmente estoy muy cansado ya de eso me agota. Ojala tengamos sentido común para no caer en ello. Hecho mucho de menos cuando no era de esta manera como actualmente....
Hubo una persona aqui que dijo que nos estaban friendo el cerebro que no siguiera asi y tal yo no le hice caso pero tenía toda la razón y ahora me doy cuenta de ello...