Las pensiones siguen siendo uno de los grandes caballos de batalla de los gobiernos y la solución de cómo afrontar en las próximas décadas el gasto que generarán a las arcas públicas se mantiene en una incógnita. Pero despejar esta, aunque sea de forma provisional y sin tener ningún tipo de acuerdo con el resto de colectivos implicados, el Ministro de la Seguridad Social, Manuel Escrivá, ha destapado la caja de las sorpresas anunciando la intención de aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores, y de las empresas, para solventar lo que más pronto que tarde llegará: Un desajuste contable y de tesorería entre lo ingresado por las cotizaciones y lo que el Estado tendrá que abonar a los pensionistas mensualmente. Según las previsiones del Banco de España, en 2050 habrá dos personas mayores de 65 años por tres trabajadores en activo. Evidentemente, las cuentas no salen, se mire por dónde se mire. Buscar una solución ante esta irreversible situación se hace una exigencia para el gobierno actual y los que vengan. Pero parece que el administrador de turno siempre le viene a la mente la solución más rápida y sencilla:?que recaiga el muerto encima de los trabajadores, ya fue con la subida de la edad de jubilación hasta los 67 años y ahora, proponiendo subir el gasto a las empresas y reduciendo el sueldo a los asalariados. Para eso no hace falta ser ministro, ni gran economista, ni experto en macro economías.
No hay pócimas mágicas ni remedios espontáneos que resuelvan un asunto que lleva encima de la mesa décadas y que se va acelerando conforme pasan los años. Pero es obligación de nuestros gobiernos encontrar caminos más creativos y eficientes que optimicen el desaforado gasto público que tenemos en este país, sin olvidar el agujero que genera la corrupción en España que alcanzan los 90.000 millones de euros cada año. Por comparación, algo menos de lo que cuesta el pago de las pensiones en un solo ejercicio (102.500 millones), o cuatro veces las ayudas por desempleo a los parados (19.600 millones). Así que, señores diputados, comiencen a elaborar un plan a medio y largo plazo que no pase por fastidiar a los de siempre, póngase de acuerdo, hagan bien su trabajo y déjense de gaitas políticas que para eso se les ha elegido.
Suma y sigue.Este problema se viene venir desde hace mucho tiempo y ninguno de los partidos mayoritarios han querido afrontar con seriedad el problema para buscar una solución y dar viabilidad al pago de las pensiones.Para más INRI...el añadido de este gobierno social-comunista,experto en gastar y dar paguitas con el dinero de todos.Por una lado,no hay dinero para pensiones pero si para comprar votos de jóvenes de 18 años (que casualidad...primer año que pueden ejercer votar) entre muchas cosas.