Ya estamos donde no deseábamos estar. En un otoño donde los vaivenes de la crisis energética y sus consecuencias siguen mareando a cualquier economista de grado medio y volviendo incomprensible la factura de la luz hasta para el más avezado ingeniero industrial. Haciendo constatar los peores augurios que se vaticinaban desde que se inició el conflicto entre Rusia y Ucrania, se intuía que la entrada del frío en Europa iba a recrudecer todavía más la situación económica. Aunque en nuestra terreta sigamos disfrutando de un tiempo casi veraniego, lo cierto es que ya hay lugares en el viejo continente donde se registran temperaturas por debajo de 0 grados, y eso es un grave problema tal y como está el asunto de la generación de energía a través del gas.
En esta espiral de infortunios macroeconómicos a causa de la invasión rusa en territorio ucraniano, tener que abrigarse con mantas y peucos de toda la vida aquí en España se antoja un chiste comparado con el sufrimiento de los cientos de miles de ucranianos que siguen aguantando estoicamente en sus residencias, las que todavía permanezcan en pie, las envestidas del desorganizado ejército ruso.
Con la amenaza nuclear encima de la mesa de Putin, sea un farol o no, sorprende las recientes declaraciones del máximo responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell, hablando de “la aniquilación del ejército ruso” en caso de que a alguien se le ocurra lanzar un misil con carga atómica a alguna ciudad ucraniana. El exministro socialista, lejos de apaciguar o relativizar la bravuconada rusa, esputa una frase más propia de un general de división o de un mamporrero de bar. Un auténtico despropósito se mire por donde se mire.
El ciudadano de a pie sigue sin entender muchos de los acontecimientos que siguen marcando diariamente la actualidad. Se dice que la primera víctima de una guerra es la verdad. Y en esta contienda bélica hay cruces de declaraciones y noticias que solo tienen como objetivo ganar la batalla de la credibilidad en las televisiones y en el resto de medios de comunicación. Nos vendan lo que nos vendan, lo que está claro es que detrás de este telón informativo traslúcido, continúan las negociaciones para alcanzar un acuerdo lo más equilibrado posible y menos traumático deseable. Esperemos que sea más pronto que tarde, por el bien de todos.
A Borell le gusta hechar mas leña al fuego no es muy aconsejable seguir haciendo eso y como dice el redactor ojala lleguen a un acuerdo satisfactorio para ambos pronto. En lo económico había uno que decía que Rusia estaba en suspension de pagos eso es mentira de hecho apenas lo han notado mientras Europa esta temblando. Es el pais mas grande y con mas recursos del mundo para el que no lo sepa ellos tienen el gas gratis no pagan un rublo por ello se lo proporciona el estado.
Con todos mis respetos a escaparate eso de ejercito desorganizado eso es hablar sin saber lo que se esta diciendo eso es tener información de un lado hay que saber discernir, luego estan los americanos que van a dejar Europa hecha unos zorros y que alguien diga que eso no es verdad....