Por José Luis Fernández Rodrigo, periodista
Hace tiempo que no me cuadraba ver a Eduardo Inda rebuznando mentiras en varios programas de La Sexta, cadena que en otros espacios de su emisión arroja bastante luz informativa sobre temas espinosos. Después de escuchar los vergonzosos audios del ¿comisario? Villarejo, el ¿periodista? Antonio Ferreras y algunos secuaces más del ¿empresario? Florentino Pérez y demás oligarcas cómplices de las cloacas del Estado, ya no me quedan dudas y lo veo todo más claro.
Pensé -ingenuo de mí- que el presentador carismático a quien se le llena la boca de “periodismo” solo se tragaba al impresentable Inda como una especie de peaje a Don Dinero, al todopoderoso presidente del Real Madrid. Pues no, las conversaciones de francachela en un restaurante, entre carcajadas por ocurrencias como “colocarle una cuenta bancaria falsa a Pablo Iglesias, eso se hace con el rabo”, reconociendo que se pueden inventar noticias contra cualquier político, revelan que Ferreras estaba en el ajo. Sin disculpas.
Y leer a Ana Pastor, referente de la objetividad y la neutralidad informativa, palabras tan sagradas que incluso ha incrustado en el nombre de sus programas y medios de comunicación (“El Objetivo” y “Newtral”), tratar de excusar los diálogos tabernarios propios de mafiosos como sacados “fuera de contexto”… Eso ya no tiene precio. ¿Cuál es el contexto en el que está justificado difundir bulos a sabiendas?
Se han convertido a ojos de la opinión pública, esta camarilla de impostores del periodismo honesto, en personajillos sin credibilidad, y les deseo que el escándalo les pase factura en las cifras de audiencia. Ojalá otros más honrados cobren notoriedad y los desplacen en las parrillas y los ránkings, no solo a ellos en los que se ha puesto el foco ahora, sino a otros tantos medios de comunicación influyentes que suelen dar pábulo a todas esas mentiras. Hoy le ha tocado a Podemos, mañana puede ocurrirle a cualquiera. Por cierto, que muchas de esas “fake news” luego llevan de propina una denuncia o querella igual de falsa de Vox. Eso, por si quedan dudas de quién no sabe perder las elecciones en España.
“Dime con quién ‘Indas’, y te diré quién eres”. Cuando circuló por Internet el vídeo en el que se veía al mentiroso fundador de OKDiario tirarse al suelo fingiendo que un cámara de televisión le había agredido, los Ferreras y compañía deberían haber tenido bastante ya para no invitarle nunca más a su mesa de tertulia. Un gesto tan patético tenía que ser suficiente para condenar al destierro a alguien que deshonra asiduamente a la profesión de informador.