El Museo de la Muñeca de Onil sigue aumentando su colección gracias a las donaciones particulares, como las dos últimas recibidas recientemente. La primera de ellas vino de mano de Ann Parkinsan, alemana afincada en Castalla que donó una muñeca heredada de su madre, una pieza de celuloide de los an?os 50 de la prestigiosa marca alemana Schildkro't-Pup- pen (Muñecas Tortuga) vestida con el traje típico de la Selva Negra.
La segunda donación es de Encarnación Ballester que, desde Valencia, trajo una Guendalina vestida y peinada con la indumentaria típica usada durante la procesión de San Vicent Ferrer.
Guendalina fue creada en el año 1958 por el escultor José Sebastián Claver.