La Asociación de Hostelería de Onil ha calificado las nuevas medidas del Consell como “un cierre encubierto” debido a la imposibilidad de poder dar servicio en el interior de los locales. En este sentido, Paco Siles, presidente del colectivo local, ha valorado negativamente las nuevas restricciones “que ponen el foco otra vez en el gremio de la hostelería”.
Según explica Siles, actualmente solo han abierto un 80% del total de negocios en?Onil ya que “la apertura diaria es una ruina. Arrancar con cocina, equipo de trabajo, y solo hasta las seis de la tarde, en las actuales condiciones, es perder dinero”, confiesa el propietario del restaurante L’Aplec de Onil.
Y lo compara con la situación a final de año donde al menos se podía dar servicio en el interior del aforo. “Esperamos que el 14 de marzo, cuando vuelven a reunirse las autoridades sanitarias, podamos tener algo más claro abrir”.
A esta situación de extrema urgencia en el ámbito económico que afecta al sector de bares y restaurantes se añade las escasas ayudas que se han puesto en marcha como el Plan Resistir.
En el actual contexto, el presidente de los hosteleros de Onil explica que “se deberían de haber puesto en marcha ayudas directas” además de “paralizar los pagos de impuestos o cotizaciones a la seguridad social”.
Cierre de establecimientos
Desde el inicio de la pandemia varios negocios de restauración han echado el cierre definitivo, además de otros que están a punto de tomar la misma decisión.
De los aproximadamente 35 negocios del gremio en Onil, un 15% de estos han cerrado o están pensando hacerlo. Paco Siles confiesa que en la coyuntura actual es muy complicado mantener la actividad, más si cabe cuando “tienes que justificar una bajada de un 75% de tus ventas a final de 2020 para seguir cobrando las ayudas del paro o con la “disminución de estas a partir de febrero, reduciendo esa prestación hasta el 50% de la base de cotización”, que convierte la supervivencia de la hostelería en un gesto de heroidicidad empresarial.