El obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, compartió el sábado 19 de octubre con medio centenar de parejas ibenses la celebración de sus Boda de Oro que, además, ha coincidido también con el 50 aniversario de su sacerdocio.
El encuentro se desarrolló en un clima emotivo y fraternal que se vivió en una extensa jornada con una misa especial y una comida con reconocimiento para el representante eclesiástico.
“¡Por fin llegó el día! A las siete de la mañana ya estamos por el mundo”. Con estas palabras arranca su relato una de las participantes, Fina, que ha resumido para Escaparate los detalles de este día tan especial para el numeroso grupo de matrimonios de Ibi que se casaron en 1969.
Primer contratiempo: en la plaza de la Iglesia han “arrinconado” las placas para reservar plazas de aparcamiento y está todo el espacio lleno de coches. Pedro -marido de Fina- llamó al jefe de la Policía Local, aunque a partir de las 10 de la mañana todo quedó libre para el acceso del obispo en coche hasta la Iglesia de la Transfiguración del Señor.
A partir de las 11:30 horas empezaron a acudir las parejas y se ultimaban con el párroco los detalles de quienes tenían que leer durante la ceremonia, Mimi y Tamarit, que preparó una mención de bienvenida a todas las parejas y familiares, el alcalde y una concejal, que acompañaron a las parejas. “¡Cuántos hijos y nietos! La iglesia estaba llena porque amigos y conocidos quisieron arroparnos; las Camareras de la Virgen rezaron el Ángelus y después cantaron La Salve”, rememora Fina.
A continuación, comenzó la ceremonia, presidida por el obispo Jesús Murgui, a quien acompañaba su secretario, así como el párroco de la Transfiguración del Señor, Paco, el vicario y también el párroco de la iglesia de Santiago Apóstol. “Las caras de los presentes lo decían todo... qué guapos, qué alegría”, continúa esta participante del encuentro.
Las ofrendas las hicieron Diego y su señora y los sobres con la recaudación para ayudar a los afectados por las inundaciones en la Vega Baja, Fina y su marido. En esta misa especial en la que el propio Murgui celebraba sus 50 años de sacerdocio, el obispo hizo un repaso de este medio siglo transcurrido, “con penas, glorias, alegrías y tristezas, que han fortalecido estos matrimonios hasta hacerlos llegar al cincuentenario”. Un momento inolvidable: “Nos emocionamos porque fue directo al corazón, como buen conocedor de la lucha que tenemos en la vida”.
Tras concluir la ceremonia, Ruiz se encargó de las fotos en el altar y de allí la celebración pasó al restaurante del Polideportivo, donde les esperaban los camareros “muy serviciales” con la atención “insuperable” de todo el personal y de José, el gerente y “una comida de primera”.
El obispo bendijo las mesas, que abarrotaron el establecimiento y se tuvieron que colocar algunas en un salón contiguo. Fulgencio Torregrosa y su mujer entregaron en nombre de todos una placa conmemorativa al obispo, en agradecimiento por haber compartido la celebración con las parejas. Murgui dio las gracias por todo y pronunció una oración de agradecimiento y una bendición antes de marcharse. “Sin palabras, un día maravilloso, para no olvidar nunca”, apostilló Fina.