La urbanizadora Generala ha tenido que suspender, por segunda vez, la instalación de una torre eléctrica de alta tensión en el Alamí, por las protestas e impedimentos de un vecino afectado.
José Gimeno logró paralizar en febrero las obras de colocación del poste eléctrico en la acera, a sólo tres metros de su casa situada en el Camino Viejo de Onil, y el pasado 27 de septiembre volvió a interferir los trabajos, colocando sus vehículos frente a las máquinas, para impedir que el poste se instalara ahora en la acera de enfrente.
El Ayuntamiento argumenta que otorgó la licencia de manera provisional hasta que Generala adquiera los terrenos para cumplir con el proyecto de electrificación de la zona, que contempla el soterramiento de la línea eléctrica y “así poder recepcionar las obras cuanto antes puesto que están finalizadas desde 2008”, explica la concejal de Urbanismo, Amparo Pina.
Sin embargo, en la Comisión de Urbanismo del 28 de septiembre todos los grupos acordaron suspender la instalación de la torre eléctrica y exigir a Generala el cumplimiento del proyecto. Sobre esta decisión, Amparo Pina añade que desde Urbanismo se seguirá trabajando para encontrar una solución definitiva que permita recepcionar las obras.
El PP ya tuvo que anular en mayo la primera licencia que otorgó a Generala para instalar la torre eléctrica en la vía pública a consecuencia de los informes emitidos por la Dirección General de la Energía de la Conselleria y de las recomendaciones del Síndic de Greuges, a raíz de las denuncias presentadas en ambas instancias, además de en el Juzgado, por José Gimeno.
El vecino alega que se incumplen 24 normas urbanísticas y se infringe el PGOU de Ibi ya que “sólo se admiten líneas aéreas de media y baja tensión en suelo no urbanizable”.
A las querellas en curso, Gimeno ha presentado una nueva denuncia contra la alcaldesa por infracción administrativa de accesibilidad en espacios públicos y peatonales. “La ley de accesibilidad prohíbe colocar elementos verticales en la acera que impidan el paso”.