Desde el 24 de febrero el Jardín Botánico de Torretes de Ibi cuenta con un nuevo espacio briofitario.
Las plantas briofitas se caracterizan porque no tienen vasos conductores, ni flores ni frutos. Son plantas pequeñas que viven en lugares húmedos o acuáticos y se reproducen por esporas. Fueron los primeros vegatales que, en el Paleozoico, aseguraron el paso a la vida terrestre. No tienen tejidos especializados ni siquiera verdaderas raices. Pueden vivir en troncos, rocas, muros, tejados y sus hojas pueden llevar un nervio conductor central a través del cual realizan la absorción de agua y sales minerales. Son los musgos, las hepáticas y los antoceros.
Dentro de Europa se han contabilizado más de 1.700 especies de musgos, de las que un 62% viven en España. Esta colección completa el espacio dedicado a las plantas más antiguas del planeta.
El acto de presentación de este nuevo espacio estuvo presidido por el diputado de Medio Ambiente, Francisco Javier Sendra, la directora de secretariado de Transferencia de Conocimiento de la UA, María Jesús Pastor, el alcalde, Rafael Serralta y la viuda del profesor Mario Honrubia.
También se contó con la presencia del catedrático de Botánica de la Universidad de Barcelona, Xavier Llimona, el edil de Medio Ambiente, Santi Cózar y el director del Museo de la Biodiversidad, Eduardo Galante. El director del Jardín, Segundo Ríos, abrió el turno de intervenciones ante 175 personas.