Ante el futuro incierto al que se enfrentan bares, restaurantes, hoteles y locales de ocio después de un mes y medio cerrados por decreto del Gobierno y con la perspectiva de que serán los últimos en abrir cuando se levante el confinamiento, el sector hostelero de Ibi ha decidido unirse y crear un frente común contra el coronavirus.
La iniciativa surge ante la urgencia de tramitar ayudas y solicitar al Ayuntamiento medidas para paliar los daños económicos que están sufriendo. “Entre la gente del sector existe mucha incertidumbre y también miedo por las repercusiones que tendrá este cierre”, señala José Miguel Carbonell, propietario del restaurante El Cantonet de la Foia y presidente en funciones de la futura asociación de hostelería.
En estos momentos, una directiva formada por ocho establecimientos (Cantonet de la Foia, Hotel del Juguete, Erre que Erre, Salones Tuareg, Heladería La Ibense, Urban, Coven Garden y?El Pollito) y cerca de 70 asociados se ha puesto en marcha para recuperar y reactivar la extinta asociación de hosteleros que se creó hace años y empezar a trabajar para recuperar un sector que va a salir muy dañado de esta crisis.
Las primeras medidas de urgencia que demanda el sector ya se han entregado en el Ayuntamiento. Entre ellas, la eliminación o rebaja de la tasa por instalación de terraza y por recogida de basura, mientras dure el periodo de inactividad y una reapertura de los establecimientos “escalonada y no apresurada”, explica Carbonell.
Respecto a las tasas, el presidente en funciones advierte que los comercios y establecimientos llevan un mes y medio sin ingresos, a pesar de que siguen haciendo frente al pago de las cuotas de autónomos, seguridad social, IVA y IRPF, y la gran mayoría se ha acogido a los Erte. Por ello, “no es lógico que tengamos que pagar por un servicio que no estamos utilizando ahora y que supone un importante desembolso, como la tasa de la basura, que en mi caso asciende a casi 350 euros bimestral”. José Miguel Carbonell considera que el Ayuntamiento debe eliminar el pago de esos servicios mientras la actividad esté parada, o bien, que se reduzca a una cuota mínima de mantenimiento, como ocurre con el agua y la luz cuando no se consume.
Por otro lado, y seguros de que serán las comunidades autónomas y, en última instancia, los ayuntamientos quienes marquen la desescalada a nivel local, el sector pide que la reapertura de establecimientos “sea segura para todos (clientes y trabajadores) y que se haga de forma conjunta, dando una imagen global de seguridad al cliente y con medidas de higiene unificadas para todos los locales”, señala el presidente en funciones.
Considera Carbonell que habrá que consensuar esas medidas para que ningún establecimiento se vea perjudicado, hasta tal punto que pueda decidir no reanudar la actividad porque no llegue a cubrir los gastos.
Sin pronóstico
La asociación de hostelería no se atreve a predecir cuándo se abrirán al público los bares, restaurantes y locales de ocio. “No existe nada oficial, añade Carbonell, solo rumores que pronostican que será en junio cuando comience a estudiarse la apertura de establecimientos”.
De todos modos, recuerda que es Sanidad quien marca las pautas y la desescalada vendrá marcada por el nivel de contagios que exista en cada Comunidad y en cada municipio.
El helado puede abrir antes
Las heladerías podrían empezar a abrir al público a finales de este mes. Así lo está negociando la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos (ANHCEA) con el Gobierno con el fin de poder salvar la temporada de verano de este producto tan estacional, según explica José Ramón Rico, propietario de Heladería La Ibense. Asegura Rico que estos establecimientos pueden cumplir con las normas de distanciamiento social que se aplica en el resto de tiendas de alimentación y vender sus productos con todas las garantías de higiene y seguridad.
Lo que no podrán instalarse con toda certeza, añade, serán las terrazas.