El lunes 8 de junio tuvo lugar un trágico suceso al fallecer, de forma repentina, un joven de 30 años de edad, que minutos antes se había personado en el retén de la Policía Local.
El joven acudió a la Policía sobre las 19:50 horas, solicitando que se diera aviso a una ambulancia debido a que se encontraba muy debilitado, comenzando a vomitar mientras informaba de su estado a los agentes.
Según informan desde la Policía, rápidamente se dio aviso al Centro de Emergencias al objeto de solicitar asistencia sanitaria para poder trasladar al joven y, mientras duraba la espera, los agentes recabaron información del interesado que pudiera ser útil para poder determinar un origen de su mal estado. El joven contó que venía del dentista, donde acababan de extraerle tres muelas, y durante el trayecto hacia su domicilio empezó a encontrarse débil y mareado, aumentando el malestar conforme avanzaba el tiempo y es por ello por lo que acudió a solicitar auxilio a las dependencias policiales.
Mientras comunicaba tales extremos, se personó en jefatura una unidad sanitaria de transporte no asistido (TNA), trasladando al varón a urgencias del Centro de Salud de Ibi, lugar en el que empeoró de manera considerable y de forma muy fulminante, hasta el punto de perder la vida, siendo inútiles los esfuerzos llevados a cabo por el equipo de facultativos por revertir la situación.
Finalmente, el cuerpo del joven fue trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal de Alicante a fin de determinar las causas de la muerte.