El Ayuntamiento presentó el martes 17 de julio en un acto público el plan director del Molí de Paper, que fue encargado para determinar el desarrollo y futuro uso de este relevante edificio y su entorno.
El arquitecto redactor de este documento, Ángel Luis Rocamora, fue el encargado de explicar este exhaustivo estudio, a través del cual es posible entender y valorar la riqueza arquitectónica, histórica y etnográfica de este enclave, así como su valor medioambiental.
El objetivo principal es convertir el edificio en un centro de interpretación biológico y etnográfico en torno al agua y sus usos, que atraiga el interés histórico y cultural del visitante. La primera planta podría dedicarse a zona expositiva, la segunda planta, un restaurante con acceso directo al jardín y en la tercera se ubicaría un albergue.
Rocamora hizo hincapié en la necesidad de que todas las actuaciones del edificio sean completamente sostenibles y afirmó que se trata de una intervención “muy potente” y debería ejecutarse “con mimo” por la singularidad del edificio.
El plan director recoge todos aquellos elementos, como puertas, balaustradas, muebles o mosaicos, susceptibles de ser conservados, así como la necesidad de recuperar los antiguos recorridos del agua y la pinada.
El documento también conforma las bases para decidir cómo actuar en el inmueble, haciéndolo accesible mediante un núcleo de comunicación vertical que conecte las tres plantas y con accesos a la zona para vehículos grandes. El edil de Urbanismo, Santiago Cózar, defendía la importancia de este documento para poder optar a todas las ayudas económica posibles para su rehabilitación y el edil de Patrimonio, Nicolás Martínez, destacaba el hecho de que aún se llegue a tiempo de conservar esta joya del patrimonio local.