Xixona es una población turronera y heladera que tiene en la celebración de las Fiestas de Moros y Cristianos, dedicadas a sus patrones sant Bartomeu y sant Sebastià, una de sus tradiciones más arraigadas.
Diez 'filaes' participan: La Canyeta, Cavallers del Cid, Pirates-Marinos, Llauraors y Contrabandistes (capitanía cristiana); Moros Grocs, Kaimans, Moros Verds Marrocs i Moros Vermells (capitanía mora).
Las fiestas de Moros y Cristianos se organizan en torno a tres días mayores. El primer acto, a las ocho de la mañana, es la Presentación de Bandas (presentación de todas las bandas de música que participan en las fiestas y que tocan el Himno de las Fiestas). A las once y media de la mañana se celebra la Banyà. Ya por la tarde, a las séis en punto, los Festeros del Año dicen las palabras mágicas «Per Xixona, per sant Bartomeu i sant Sebastià que arranque l’Entrà». Este es el acto más importante, donde la vistosidad, el color, la luz, el fuego, el sonido, la elegancia, la creatividad, la espectacularidad y la música hacen acto de presencia para intentar llegar a la catarsis fiestera.
El segundo día se dedica a la conquista mora. Por la mañana, los Contrabandistas y los Piratas, ante el inminente ataque de las huestes de la media luna, ofrecen su apoyo a las tropas cristianas. Por la tarde, se sustituyen las palabras, por el fuego y el combate frente a frente, cuando los moros conquistan el castillo cristiano a los gritos de: «¡Viva Alamar! ¡Trepemos al castillo!». Por la noche el ambiente serio cambia por el festivo y las filaes se visten con disfraces para parodiar algún aspecto de la vida pública. Este acto se denomina la Retreta.
El tercer día, después de la última Diana, se representa el acto más emblemático de las fiestas de los Moros y Cristianos de Xixona, el Juicio Sumarísimo del Moro Traidor. A las nueve y media de la mañana el Moro Traidor sale de la prisión para ser juzgado, puesto que por amor a una cristiana se convirtió a su fe y permitió la entrada de las tropas cristianas a la ciudad es fusilado por sus compañeros. Seguidamente se celebra el soterramiento, donde solo las tropas moras pueden participar y donde el desfile coge un colorido inigualable. Ya por la tarde las tropas cristianas hacen retroceder las huestes moras y después de un parlamento el castillo pasa en manos de los cristianos. Las fiestas acaban con la procesión dedicada a sus patrones san Bartomeu y san Sebastià.
Las fiestas de Xixona son características para tener siempre las puertas abiertas a todos los visitantes que quieran disfrutar de estas fiestas tanto tradicionales y del pueblo de Xixona.
El número de festeros que participan en las fiestas de Xixona en la edición de 2019 es alrededor de 1.000 festeros y fiesteras, una cantidad suficiente pareciendo a las ediciones anteriores.