No llueve a gusto de todos. Este refrán bien podría aplicarse a la situación generada en la partida de la Marjal, zona especialmente húmeda en el término municipal de Onil, que sufre inundaciones habituales cuando las lluvias son intensas, como ha sido el caso, y que generan múltiples problemas y riesgos a los usuarios.
Vecinos y propietarios de múltiples parcelas ubicadas en esta zona han denunciado ante el Ayuntamiento de Onil, “la grave situación que se genera cada vez que llegan las aguas procedentes de lluvias, tormentas y nieve”.
A través de un escrito registrado en el Consistorio, y apoyado por más de 150 propietarios, se advierte del “grave peligro que representan las aguas estancadas a lo largo del camí Franco para la integridad de las personas”.
En este sentido, los afectados explican que el problema se viene produciendo años atrás porque “se ha creado de manera artificial una retención generada por un cruce de caminos colindante con las instalaciones de los antiguos??Viveros La Foia, paralelo al aliviadero construido junto a la autovía, en el que queda cortado el cauce del río Verde y también de las acequias.”
En el documento presentado ante el Ayuntamiento se sugiere que las acequias que están a ambos lados del camí Franco tengan una salida al aliviadero construido por debajo de la autovía, en las cercanías del Ventorrilo, (rotonda del Playmovil).
Además, los propietarios de terrenos en la Marjal no entienden cómo “incomprensiblemente bajo el camino no existen tuberías que permitan a las aguas su curso, de manera que medio recorrido del aliviadero sí que hace su función correctamente, pero la otra mitad no.”
Los vecinos también señalan que la “falta de normativa municipal o laxitud de las autoridades en su cumplimiento, de forma que se obligue a la limpieza de acequias, públicas y privadas”, contribuye a que estas inundaciones persistan cada vez que llueve.
En la reclamación pública, los propietarios también denuncian la “picaresca de algunos vecinos que han llevado a crear vallados y rellenos sobre dichos cauces, dejándolos en el interior de sus propiedades, –sin tener declaración o escritura de compra-venta alguna–, afectando el paso a “quien quisiera acceder a dichos cauces para realizar la limpieza”.
Los afectados, además, recomiendan a las personas que suelen caminar diariamente a pie o en bicicleta, que “extremen las precauciones ya que la suciedad y la maleza puede provocar una accidente en el interior de algunas zonas inundadas” que pueden alcanzar los casi dos metros de profundidad, así como los graves consecuencias sanitarias que pueden generar las aguas estancadas, como es la proliferación de mosquitos o enfermedades.