El auditorio de Tibi fue el escenario de un sencillo pero emotivo homenaje, celebrado el lunes 12 de diciembre, a trece víctimas del Holocausto de la comarca de l’Alcoià.
Enmarcado dentro del proyecto Construint Memòria de la conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, el acto contó con la participación de la consellera, Rosa Pérez Garijo, y con familiares y alcaldes de las poblaciones de las víctimas, que fueron los encargados de recoger els Taulells de la Memòria, con los nombres de cada uno de ellos, en reconocimiento por defender la libertad y los valores democráticos.
La ceremonia también contó con la presencia del director general de Calidad Democrática, Iñaki Pérez Rico, entidades memorialistas como el Fòrum per la Memòria Històrica i Democràtica en Cocentaina, y el profesor y experto en Memoria Democrática, José Ramón Valero, quien señaló en su intervención que “sin todos ellos hoy no seríamos lo que somos; por eso, bien merecen nuestro agradecimiento”.
En su discurso como anfitrión el alcalde de Tibi, José Luis Candela, puso el acento en la necesidad de que episodios de la historia como este no se vuelvan a repetir y remarcó que “somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de mantener el recuerdo para que las futuras generaciones no olviden lo que pasó y educar a los jóvenes en los valores de la democracia y las libertades (...) el pasado ya está escrito y no se puede cambiar, pero sí podemos aprender de él’.
Por su parte, Valero hizo un repaso por la historia recordando a aquellos republicanos que lucharon contra Franco y que recalaron en los campos de internamiento en el sur de Francia durante su exilio. Después, las palabras del cuñado del dictador, Serrano Suñé, afirmando ante mandatarios nazis: (“no hay españoles fuera de España”) condenaron a la deportación a casi 10.000 españoles a los campos de concentración de Hitler.
Por su parte, la consellera recordó que hay más de 650 víctimas valencianas y millones de personas en toda Europa “que sufrieron lo que Hannah Arendt definió como el mal radical” e hizo hincapié en la importancia de “reparar el daño causado” como un instrumento imprescindible para que la injusticia “no se extendiera más en forma de olvido”.
Pérez Garijo subrayó que “siempre habrá quién pida pasar página, mirar al futuro y dejar de remover el pasado pero nosotros no estamos dispuestos ni vamos a permitir que esto suceda. Es una tarea lenta, siempre dolorosa y que requiere mucha constancia y compromiso; una tarea que nos ha llevado a recorrer las comarcas de nuestro territorio y que nos reúne hoy en Tibi”.
77 años después
La consellera Pérez Garijo explicó que se han entregado ya 587 azulejos a los ayuntamientos con los nombres y apellidos de los valencianos y las valencianas que padecieron aquel horror; “y lo hacemos 77 años después de la liberación de unos campos de donde la mayoría no pudo salir nunca”.
La consellera de Calidad Democrática lamentó “tener que esperar toda una vida para que reciban este reconocimiento, un acto en el que ninguna de las víctimas ha podido estar presente”, a lo que añadió que el último superviviente, Francisco Aura, “falleció hace cuatro años, un mes antes de cumplir los cien años”. De las víctimas de l’Alcoià solo cuatro pudieron vivir de nuevo en libertad, dos de ellos de Ibi, y el resto murió en los campos de concentración.
Las trece víctimas
Las trece víctimas a las que se les rindió homenaje son: Ángel Pérez Pastor, Antonio Pina Pérez y Salvador Gómez Bernabeu, de Ibi; Victoriano Bernabeu Pérez, Leopoldo Jordà Rico y Juan Sempere Pérez, de Castalla; Fernando Vicent Berenguer, de Onil; Enrique Albero Puerto, Antonio Ferre Navarro y Enrique Ferrer Berenguer, de Banyeres de Mariola; Miguel Llorens Ortiz y Manuel Mullor Català, de Penàguila; y Emilio Morató Feliu, de Tibi.
Entre los familiares presentes en el acto estuvieron la hija y varios nietos del ibense Antonio Pina Pérez, fallecido a la edad de 32 años en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen. Su nieto, Francisco Martín, hizo un emotivo panegírico de su abuelo materno del que dijo que era “un hombre honrado, leal, consecuente con sus ideas y que no fue a parar allí por el azar sino defendiendo las cosas que creía que valían la pena”. Antonio Pina se fue a helar a Santoña, donde participó en la contienda, teniendo que exiliarse después.
Martín también habló de los otros dos ibenses homenajeados. Salvador Gómez Bernabeu, conocido como Saoro, el del Secanet. Militante socialista, se alistó voluntario en el ejército y tras la derrota republicana de la Batalla del Ebro se trasladó a Cataluña y después a Francia. Luchó contra los alemanes junto a la legión francesa pero cayó prisionero en la frontera con Suiza. Al comprobar que era de nacionalidad española fue trasladado al campo de concentración de Auschwitz, aunque en enero de 1945 fue liberado. Murió en Ibi a la edad de 82 años.
El tercer ibense es Ángel Pérez Pastor, miembro de la UGT y barbero de profesión. Exiliado en Francia, fue hecho prisionero por las tropas alemanas de ocupación. En 1941 fue traslado al campo de concentración de Mauthausen, de donde saldría liberado cuatro años después. Regresó a Francia donde trabajó en su profesión.