José Mataix Ramón es un auténtico superviviente. Con 103 años recién cumplidos, este castallense conocido bajo el apodo de Pepe coca, ya sobrevivió a la gripe española de 1918. Según él mismo recuerda, con apenas dos años contrajo la enfermedad y se puso tan enfermo que estuvieron velando su cuerpo esperando a que muriera. Sin embargo, el pequeño José salió adelante y ahora vuelve a desafiar el destino, superando la pandemia del coronavirus, de la que ha sido ya inmunizado.
En su larga vida, José Mataix ha sido agricultor, heladero e industrial, participó con 19 años en la Guerra Civil, después tuvo que hacer el servicio militar en Pamplona y ha logrado formar una familia con tres hijos, diez nietos y tres bisnietos.
Seguramente, su longevidad la lleva en los genes, porque una de sus hermanas murió con 106 años y la otra, con 96, aunque según explica, se ha cuidado mucho y ha llevado un vida sin excesos. Sea como fuere, ha llegado a los 103 años con un buena salud y su memoria intacta. Si no fuese por la maldita pandemia, posiblemente todavía se atrevería a salir a la calle con su andador, pero ahora hasta le da miedo quedarse solo, explica su hija Fina. Está contento de haber llegado a esta edad, aunque reconoce que “es muy pesado para los que me cuidan”.