Para tener una vida sana, lo primero es hacer un ejercicio de reflexión. Seguro que valoras mucho tu salud, pero ¿hasta qué punto estás dispuesto a renunciar ciertos hábitos de vida que son nefastos para tu salud? Una contestación sincera y un compromiso serio son los dos primeros pasos imprescindibles para empezar a vivir de forma más sana.
Ahora sí, una vez eres consciente de que algunos de estos cambios van a suponerte un esfuerzo inicial, que te compensará con creces cuando comiences a notar los resultados, toma nota de lo que debes hacer. Los consejos que te proponemos son sencillos y fáciles de seguir. Así te resultará más sencillo empezar, después, solo tú puedes decidir hasta dónde llegar para vivir de forma más sana.
Seguro que tienes un círculo amplio de amistades en el que hay personas con gustos y preferencias de todo tipo. Es el momento de engancharte más con el grupo de los que tienen actividades más saludables. Podéis empezar por buscar juntos un centro al que apuntaros en vuestra ciudad. Por ejemplo, elegir entre los gimnasios de Málaga para encontrar el que tenga una oferta más adecuada a vuestros objetivos.
Un clásico de las recomendaciones para vivir de forma más sana es el cambio de hábitos alimentarios. Y uno de los que más frustración genera, porque nos parece imposible comer solo platos saludables. Te proponemos una fórmula que te haga más fácil la transición hasta la dieta saludable completa. Se trata de meter en tu carrito de la compra solo productos que tengan un máximo de 5 ingredientes. Es una forma muy práctica de alejarte de los alimentos procesados que tanto daño hacen a la salud. ¡Te sorprenderás de todas las opciones que tienes!
¿Te acuerdas de cuándo eras pequeño y tus padres te preparaban la mochila del cole? Pues esto es algo parecido. Si tienes todo a mano y a punto antes de salir de casa a hacer ejercicio en un centro Basic-Fit, por ejemplo, será mucho más probable que no te dé pereza. Deja tu ropa y enseres deportivos en la bolsa que usas para ir al gimnasio, tus deportivas preferidas a la vista e, incluso, un tentempié de fruta preparado en la nevera junto a tu botella de agua.
Todos tenemos las agendas llenas de actividades imprescindibles. A partir de ahora, incluye tiempo de calidad para ti mismo entre ellas. Si es necesario, reserva ese tiempo expresamente en tu planning. La fórmula no es lo importante, lo que vale es el compromiso firme de dedicarte un espacio para ti mismo. Además, solo tú puedes decidir a qué lo dedicas. Es igual si te pones un capítulo de tu serie preferida, lo inviertes en leer, sales a dar un paseo con tu perro o te pones a cuidar de tus plantas. La idea es que tengas todos los días un pequeño rato para hacer algo que realmente te gusta. O, ¿Por qué no? Tiempo de no hacer nada, tan sólo de relajarte y descansar. Porque, insistimos, lo importante es que sea tiempo de calidad.