Héctor Torrente, director de la Asociación de Empresarios Foia de Castalla, está en constante contacto con la realidad empresarial de la comarca debido a su cargo en IBIAE. Esto le permite conocer el día a día de las empresas y sus inquietudes frente a la coyuntura actual, que poco a poco va recuperando la normalidad. No obstante, todavía continúan existiendo aristas o cuestiones que preocupan al tejido productivo de nuestro entorno.
Estamos cerca de cerrar el 2021, ¿cuál es el balance que hace a nivel de IBIAE como entidad que representa y defiende los intereses de las empresas de esta comarca?
Hemos ido al mismo ritmo al que han ido las empresas, que no han parado y han seguido funcionando. Pese a las situaciones surgidas, IBIAE ha estado apoyando y escuchando a las empresas para ayudarles. Las empresas nos han marcado el ritmo. Nos hemos adaptado para representar a nuestros asociados en los foros de la Comunitat Valenciana.
¿Ha sido muy diferente al año pasado?
Diferente en el sentido de que ya se ha podido asistir a ferias o a eventos. Parece que salimos de ese cautiverio anterior. Eso se ha notado y hemos vuelto a difundir lo que es el tejido de la comarca. Estar presencialmente en reuniones que aportan valor a las empresas es importante.
¿Contar con cerca de 300 asociados significa una gran responsabilidad y a la vez un estímulo para que IBIAE siga cumpliendo con sus funciones y objetivos?
Más que el número, lo que importa es que crean en nosotros como asociación. Estamos al servicio de las empresas. En el momento en el que ellas no quieran contar con IBIAE, no tendrá razón de existir. El hecho de que hayan más asociados quiere decir que algo estamos haciendo por ellos y eso nos crea más responsabilidad y más compromiso con ellas. Medimos nuestro trabajo por su grado de satisfacción.
Como siempre, la empresas del entorno han sabido adaptarse a la nueva realidad e incluso explorar líneas de negocio hasta ahora desconocidas. Reconvertirse sobre la marcha es algo que identifica a este territorio.
Las empresas han vuelto a adaptarse y a reinventarse, superando las vicisitudes ya no solo de la pandemia sino también del aumento de las materias primas, la energía, fletes, tránsitos, etc. Las empresas de la comarca buscan nuevos nichos de mercado y eso pone en valor su emprendimiento e innovación porque saben sobreponerse a la incertidumbre.
¿Qué sensaciones le transmiten los empresarios de cara al futuro? ¿Son positivos y optimistas?
Estamos en una situación de mucha incertidumbre por lo expresado anteriormente. Sin embargo, las empresas están trabajando y al pie del cañón. Pese a ello, nuestras industrias continúan reinventándose, buscando nuevos proyectos y procesos. No les da tiempo a detenerse.
¿El encarecimiento de las materias primas y la energía pueden suponer un frenazo en la recuperación o será el mercado el que conteste a esta pregunta en los próximos meses?
La situación no es muy sostenible en cuanto al encarecimiento de materias primas, energía o transporte. Entendemos que el mercado lo regulará en algún momento y habrá un cambio de tendencia. No nos atrevemos a decir ni cuándo ni cómo será porque esto no puede seguir así.
Las empresas ya están saliendo a diferentes ferias, perdiendo el miedo inicial que había al principio de la pandemia. IBIAE estuvo con varias empresas de la Foia de Castalla en la Feria de Subcontratación de Bilbao en octubre. ¿Qué ambiente se respiraba y qué le han transmitido los asistentes?
La sensación es que hay ganas de asistir a ferias y existe mucha actividad en estos espacios que llevan año y medio parados. La alegría en este tipo de certámenes ha sorprendido. Eso quiere decir que la gente desea relacionarse y apostar por proyectos e inversiones.
¿IBIAE continúa preocupada por la falta de suelo industrial de calidad?
Aunque estemos en esta situación, hay tres ejes fundamentales para el crecimiento del tejido productivo de la comarca: suelo industrial de calidad en exceso, que la subestación eléctrica garantice la energía para ese crecimiento y la mano de obra cualificada. Esos elementos tienen que ser afrontados. Confiamos que en 12 o 18 meses veamos resultados positivos en estas cuestiones.
La formación cualificada es otra de las grandes problemáticas del tejido empresarial. ¿Está siendo positiva la puesta en marcha, con la involucración de las empresas en temarios, charlas de expertos y prácticas, del nuevo Ciclo Superior de FP Dual de Transformación de Polímeros?
La metodología es perfecta. Incluso desde otras comarcas nos piden que les contemos esta experiencia. Lo que no hemos conseguido es que la matriculación aumente, porque todos aquellos que se están formando van a tener un empleo. Las empresas están encantadas. Ahora bien, tenemos que llegar a la gente joven para que vean estos empleos como una oportunidad de desarrollo profesional sin techo. Tenemos una herramienta casi perfecta y falta que la sociedad la utilice.
¿Los Ciclos de Mecanizados y Transformación de Polímeros del IES La Foia ofrecen algunas de las mejores oportunidades formativas para que los jóvenes de la comarca accedan al mercado laboral?
Todo lo que sea una formación industrial tiene un porcentaje muy elevado de empleabilidad. Animamos a la gente joven busque estas formaciones industriales tan demandadas por las empresas de la Foia de Castalla. Es fundamental la elección a la hora de formarse que dentro de su abanico de posibilidades exista una opción de formación industrial.