La industria de la Foia de Castalla siempre ha sido un ejemplo a la hora de reconvertirse frente a las distintas crisis económicas, tanto en el siglo XX como en el actual.
Ante las diferentes coyunturas ha respondido con sus capacidades productivas para reinventarse. En la pandemia del coronavirus ha puesto de relieve, una vez más, su competencia para una respuesta rápida en escenarios como el sanitario o el higiénico. Este hecho es una muestra más para ponerla en valor.
El emprendimiento, la creatividad y la innovación de las empresas de la comarca ha permitido superar las dificultades, ofreciendo su músculo productivo y potencial para enfrentarse a los retos complicados como los planteados por la situación actual. Las empresas industriales son el tractor económico de nuestro territorio y su versatilidad es una realidad manifiesta cuando hay que reorientar tanto la producción como los productos.
Este papel importante en la lucha contra la pandemia ha significado que las empresas diversifiquen, produciendo numerosos productos necesarios en dicha lucha como la elaboración de geles hidroalcohólicos y sus envases, separadores y mamparas –tanto de cartón como de metacrilato– protectoras para todo tipo de espacios cerrados, protectores faciales, cabinas higienizantes, mobiliario adaptado a las demandas actuales, elementos para camas de hospital, etc.
Es importante potenciar a las industrias próximas, puesto que ello ayudará a no depender de mercados lejanos. El competidor no está aquí, sino a miles de kilómetros. En este sentido, construir alianzas y sinergias entre empresas es un ejemplo para generar capacidad productiva de calidad, puestos de trabajo y riqueza para el territorio y el entorno de la comarca.