La Policía Local atraviesa uno de sus peores momentos debido a la falta de efectivos, en una plantilla ya de por sí muy mermada para atender las necesidades del municipio. Esta situación se agrava, además, por la actual legislación que impide la contratación de nuevos agentes.
En la actualidad hay 25 policías operativos, de una plantilla con 33 plazas. Las jubilaciones, las bajas y las vacantes sin cubrir han dejado bajo mínimos a este cuerpo de seguridad, que ahora únicamente dispone de dos agentes diarios para patrullar las calles. El otro policía de servicio tiene que estar en el retén, según explican los agentes Eduardo Vilaplana, representantes del Sindicato de Policía, y Manuel Santamaría, representante del Csif.
Con este mínimo operativo tienen hacer frente diariamente a un buen número de incidencias en la vía pública (tráfico, vados, ordenanzas, tenencia de animales, llamadas, urgencias...) y reforzar el servicio durante las diferentes fiestas y también muchos fines de semana, "debido a la envergadura de los actos que se organizan en Ibi de un tiempo a esta parte", señalan los agentes. Esta falta de efectivos ha propiciado recientemente un acuerdo entre los sindicatos y el Ayuntamiento para regular la prolongación de la jornada laboral. El acuerdo, refrendado en el pleno del 1 de abril, establece también el nuevo precio de las horas extraordinarias.
Sin embargo, los agentes señalan que "no es cuestión de dinero, la prioridad es aumentar la plantilla, pero había que regular de una vez por todas esta situación".
Trece policías menos
Los representantes sindicales lamentan que el Ayuntamiento no haya tenido previsión de futuro, permitiendo que la plantilla policial haya perdido en diez años trece agentes.
Consideran que antes de 2012 se tendría que haber consolidado una buena plantilla policial "en lugar de amortizar plazas", mermando con ello su capacidad de trabajo y la de afrontar otros retos demandados por la ciudadanía, como la policía de barrio.
Pero si eso era poco, ahora hay que añadir la aplicación de tres leyes que imposibilitan el crecimiento de la plantilla. Según explican ambos agentes, con la entrada en vigor en 2012 de la ley de estabilidad presupuestaria, se restringió la capacidad de los ayuntamientos para crear nuevas plazas permitiendo solo cubrir las vacantes; luego vino la ley de coordinación de la Policía, que prohíbe la contratación de interinos; y por último, la normativa de jubilaciones anticipadas. Ahora los agentes pueden jubilarse con 59 años, situación a la que se ha acogido ya un policía y de la que están pendientes este año otros dos más.
Destacan ambos, además, el envejecimiento que sufre la plantilla, con una edad media de 48 años y "cinco compañeros con edades entre los 55 y 58 años". En el pleno de abril, todos los grupos políticos lamentaron la grave situación que atraviesa la plantilla policial y desde la oposición se reclamó al equipo de gobierno que trabaje para lograr que la subdelegación de Gobierno revierta la prohibición de contratar nuevos policías en el caso de Ibi.
La edil de Hacienda, Sara Díaz, indicó que se ha puesto en conocimiento del Ministerio de Interior para llegar a un acuerdo.