La solemnidad del presidente Sánchez al presentar el plan económico de los 140.000 millones de euros no se corresponde con el panfleto presentado esta semana en el Congreso de los Diputados. El denominado pomposamente como Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia es, en algunas secciones, un copia y pega de otros artículos oficiales ya publicados, que no aportan mucha información y que se liquida en poco más de 200 páginas. Algo que ha desconcertado tanto a empresarios como a comunidades autónomas ante tanta generalidad y tan poca concreción. En este contexto, el organismo anticorrupción del Consejo de Europa, GRECO, ha advertido de que la inyección de dinero llegado de Europa, a cualquier país, puede provocar casos de corrupción. Una posibilidad que se maneja sobre todo con los antecedentes de algunos miembros europeos en los últimos 25 años, especialmente en España. Habrá que seguir de cerca esta inyección de capital para saber cuánto, dónde, cómo y quién gestionará este dinero público que, no hay que olvidar, marcará la estrategia económica de los próximos dos lustros en el viejo continente y construirá los cimientos de una sociedad que se encamina hacia la sostenibilidad global.