Parece que a los aventajados ideólogos del partido de Santiago Abascal se les ha ido la mano, o la boca. Y ya han pasado varios días sin que nadie desde esta formación política haya desautorizado el twit, (frase escrita y difundida en la red social twitter), donde directamente se apuntaba al linchamiento, o a depurar ‘responsabilidades’, del editor de la revista satírica de El Jueves. Es más, ahondan en su despreciable mensaje argumentando que los editores deben asumir responsabilidades por lo que publican. La bravuconería de Vox sería tomada a risa si no fuera porque estas declaraciones públicas tienen un componente cargado de odio. Un sentimiento similar al que acabó costando la vida a 12 trabajadores de otra revista en el trágico episodio de Charlie Hebdo.
A sus señorías, que cobran de los impuestos de todos los ciudadanos, habría que recordarles que en su sueldo va incluida la crítica, hacia ellos, sus ideas o sus decisiones por el cargo que ocupan. Les guste o no, les haga más o menos gracia, esta publicación dedica sus páginas al comentario, ya sea en prosa o en verso, criticando agudamente las inclinaciones, ideas o vicios de alguien con un objetivo lúdico, moral o simplemente burlesco. Más si cabe si este es un personaje público o partido político. Este concepto de la crítica es uno de las pilares con conforman la libertad de expresión, algo que parece molestar a una formación que, por otra parte, dedica gran parte de su discurso a desacreditar a todo aquel que no comulga con sus ideas.
Es tremendamente peligroso leer este tipo de mensajes que alientan a la violencia e intentan coartar el derecho a la información y la libertad de expresión. Varias asociaciones de periodistas ya han condenado abiertamente que Vox haya difundido un mensaje donde se da nombre y apellidos del editor, fotografía y lugar de trabajo solicitando implícitamente que se le exija responsabilidades en la calle. Una despreciable pifia que debe ser depurada frente a un juez.
Si a los que están sentados en cómodos sillones, cobrando suculentos sueldos públicos y con una dudosa eficacia para solucionar los problemas de los ciudadanos no les gusta lo que leen en prensa, no toleran que su gestión sea examinada o simplemente no aceptan una sola crítica pública, lo que deberían hacer es dejar el cargo y marcharse a su lugar de trabajo, si es que lo han tenido alguna vez, seguro que avanzaríamos hacia una sociedad más tolerante, equilibrada y justa.
No sé si hay límites en el humor pero desde luego reírte de una persona a la que han tenido encerrado en un zulo sin ver la luz del sol durante casi dos años está muy cerca.
No tienen ninguna gracia. Ojalá Vox se querelle por ir contra una víctima del terrorismo. Todo tiene un límite. Ortega Lara fue despreciado y vejado por unos asesinos. Si el Jueves tiene que recurrir a esas burlas, pocas luces tienen. No lo harán contra los musulmanes, ya saben como las gastan. Vox no responderá con más muertes, tranquilos.