La Guardia Civil ha detenido en Ibi a un hombre, español de 42 años, como presunto autor de un delito de simulación de delito y otro de estafa en grado de tentativa, tras denunciar cargos fraudulentos en su tarjeta bancaria por valor de 16.710,76 euros, en concepto de pagos de casas de apuestas.
Según informa la Comandancia, la investigación comenzó el 11 de enero de 2021, cuando el hombre acudió a las dependencias de la Guardia Civil de Ibi, para denunciar que le habían realizado cargos fraudulentos en su cuenta bancaria por un importe total de 16.710,76 euros, en concepto de pagos de casas de apuestas online, que le habrían hecho desde el extranjero. Según el denunciante, ni siquiera había llegado a activar la tarjeta cuando la recibió por correo en su casa.
En ese instante, la Guardia Civil comenzó las pesquisas, acudiendo a la entidad bancaria para solicitar más información y rastreando las IP de conexión. En el banco, admitieron que habían iniciado los trámites para devolver el dinero a su cliente, pero al no haber detectado ninguna intrusión en la cuenta del usuario, se la bloquearon sin llegar a devolverle el dinero estafado. Además, informaron que la tarjeta bancaria se había activado de forma correcta un mes antes de la denuncia.
En cuanto a los cargos desde el extranjero, también se verificó que se habían realizado con la tarjeta bancaria, pero desde dispositivos electrónicos localizados en la provincia de Alicante.
Al comprobar que todas las informaciones que se iban obteniendo no cuadraban con la historia contada inicialmente por el perjudicado, los agentes decidieron seguir otra línea de investigación.
Se traslada a vivir a Onil
Como en más de una ocasión y de forma insistente, el hombre se había personado en la oficina bancaria para decir que su abogado estaba realizando su propia investigación y que podía demostrar que le habían hackeado sus cuentas de las páginas de apuestas deportivas, la Guardia Civil decide ponerse en contacto con el letrado para obtener más datos y tomarle declaración.
Pero de repente, el hombre dejó de contestar a las llamadas y, además, se trasladó de domicilio, localizándolo el poco tiempo en Onil. Los agentes solicitaron que les mostrara los dispositivos electrónicos desde los que solía realizar las apuestas deportivas, pero él adujo que los había formateado; tampoco se acordaba de las claves de acceso a las webs de apuestas, y finalmente confesó también que no tenía abogado.
Por todo ello, se procedió a su detención tras una investigación que ha durado cerca de ocho meses. El autor ha quedado en libertad, con la obligación de comparecer en el juzgado cuando sea requerido.
Desde la Guardia Civil se recuerda que se investiga cualquier delito denunciado, y además, cabe destacar la gravedad que supone el formalizar una denuncia, a sabiendas de su falsedad, simulando con ello un delito que, en realidad, no ha tenido lugar.
Menudo fenómeno