La Plataforma por la Reindustrialización Territorial, que integran las patronales COEVAL (Confederación Empresarial de la Vall d’Albaida), IBIAE (Asociación de Empresarios de Foia de Castalla) y FEDAC (Federación Empresarial de las comarcas de l’Alcoià y el Comtat), ha expresado su preocupación por “las consecuencias que sobre la economía y en especial sobre la productividad de las empresas de las comarcas puede acarrear la crisis sanitaria del coronavirus”.
La Plataforma, que se reunió el lunes 2 de marzo en Alcoy, considera que estas situaciones “deben servir para planificar, evaluar y reflexionar en torno a estos efectos, en especial los que afectan al suministro de materias primas, piezas y componentes que proceden normalmente del sureste asiático” y dado que la crisis sanitaria podría afectar en un futuro próximo al abastecimiento de estos proveedores ante el cierre de fronteras y el cese temporal de la producción en zonas industriales de Asia, desde la Plataforma se considera “vital para el futuro, también cuando se supere la crisis, la diversificación de los proveedores, que no deberían proceder en su totalidad de la misma zona geográfica”.
De hecho, según han declarado los empresarios de estas comarcas “se debería fomentar la creación de empresas auxiliares de proveedores en el territorio, situación que aseguraría el flujo de estos productos pero que además serviría para generar riqueza y puestos de trabajo”.
Precisamente, agregan, “esta idea de no renunciar a las empresas auxiliares de proveedores enlaza con la de recuperar la capacidad productiva integral en nuestras comarcas, hecho que no haría depender al tejido industrial de situaciones, inclemencias o crisis foráneas”.
Como ya adelantó Escaparate la pasada semana, el impacto del coronavirus está provocando importantes retrasos en la cadena de suministros de artículos fabricados en China que llegan a España y a la comarca de la Foia.
Aunque, de momento, en las principales empresas importadoras de la comarca existe más incertidumbre que preocupación, no esconden los graves problemas que supondría que esta crisis persistiera por mucho más tiempo porque, en tal caso, “a principios de verano empezarían a disminuir alarmantemente los stocks”.
El retraso en la recepción de mercancía procedente de China es ya de dos meses, puesto que desde que comenzaron las infecciones por el coronavirus la fabricación está prácticamente detenida y los principales puertos del país asiático llevan el último mes trabajando a escasa capacidad.
Según indicaban responsables de grandes firmas en la comarca, aunque los centros de producción en China ya están abiertos, las plantillas de trabajadores no se han incorporado en su totalidad y se produce a un rendimiento del 30 por ciento. “Esperemos que en unos dos meses esté al 80%, sino empezaremos a tener problemas”, asegura una de estas fuentes.
En cambio, existen empresas en la comarca que han visto incrementadas sus ventas a causa, precisamente, del coronavirus. Algunas de ellas son fabricantes de piezas técnicas en zámak y proveedoras de sectores como el calzado y la cosmética. Sus clientes están incrementando los pedidos por temor a quedarse sin stocks, “un problema que les preocupa mucho”.
El haberse llevado gran parte de la producción a Asia para pagar menos sueldos e impuestos ahora se vuelve en contra de estas empresas, pobrecito empresarios... Pues a ponerse las pilas y a crear riqueza en su comarca creando empleos dignos que bastante se han ahorrado ya estos años produciendo a miles de kilómetros pagando una miseria.