A los cuatro años comenzó a dar clases de lenguaje musical y a los siete cogió su primer violín; el instrumento que pidió a sus padres cuando solo tenía un año de edad y que la acompaña desde entonces.
Estamos hablando de la jovencísima ibense Nuria Pérez Blanes, que con tan solo 19 años ha disfrutado de su primer triunfo musical con la orquesta alicantina Ensemble de la Mediterrània, de la que forma parte desde noviembre de 2019.
La formación está integrada por músicos de 10 a 22 años, bajo la dirección de Fran Maestre, y ha logrado el segundo premio del Festival International Youth Music Festival Summa Cum Laude de Viena. El jurado formado por directores y músicos internacionales les ha premiado con un “outstanding succes” (éxito excepcional).
Para Nuria ha sido una experiencia inolvidable; no solo a nivel interpretativo, sino también porque actuaron en la Sala Dorada de la Musikverein, donde se celebra el concierto de Año Nuevo, y tocaron en la sala Muth, donde actúan los Niños Cantores de Viena. Todo ello, a pesar de las 36 horas de viaje en autobús, que tampoco se le olvidan.
Nuria forma parte del grupo de 22 violines que tiene la orquesta alicantina y pese a la dificultad que conlleva su aprendizaje «siempre lo he tenido claro y no he querido nunca cambiar de instrumento».
De hecho, su pasión por la música y el violín no solo la empujó a presentarse a las pruebas para ingresar en la orquesta Ensemble de la Mediterrània, sino que el verano pasado hizo lo propio e ingresó en el ADDA Jove, la orquesta sinfónica de la Diputación de Alicante, y unos meses después en la Orquesta Sinfónica Académica de San Vicente (Osasv).
Estos compromisos hacen que tenga una agenda de trabajo muy apretada, «en la Ensemble ensayamos todos los fines de semana y en el ADDA, realizamos ensayos semanales cuando tenemos que preparar los conciertos de Navidad, verano y Semana Santa». En breve, se incorporará a la orquesta jove de la Diputación para participar en un encuentro de ocho días.
Asegura que ahora ya no le supone un esfuerzo dedicar todo su tiempo a la música «pero cuando era más pequeña sí que me pesaba no poder salir con mis amigas».
Nuria ha compaginado sus estudios académicos con los musicales y, tras finalizar el segundo curso de Bachillerato, ahora se va a dedicar por completo a la música, donde cursa el quinto de enseñanzas profesionales, en el Conservatorio de Alcoy. Le queda un año y cuando termine continuará para obtener el título?Superior.
Su camino está trazado y, aunque tiene mucha vida y retos por delante, le gustaría ingresar algún día en la Orquesta Filarmónica de Berlín o, también, en la Orquesta Nacional de España. En cuanto a compositores, el gusta Tchaikovsky y Pablo de Sarasate y opina que Paganini «es el más difícil»