Otra tanda de penaltis fue el último acto del guion de la final del playoff, pero esta vez salió cara para los rojillos y volverán a jugar en Tercera RFEF tras tres temporadas en preferente.
La tarde de domingo pintaba muy bien y con muchos nervios, a las 15:00, Rafa Nadal cabalgaba por la Philippe Chatrier para conseguir su decimocuarto Roland Garros ante Casper Ruud, y así fue, pero pocas horas después el Rayo Ibense tenía una cita con la su historia, volvía a jugarse un ascenso a Tercera RFEF ante el CF La Nucia B. El último recuerdo aún escocía en el seno rayista, ya que, en julio de 2020, en Alberic, una tanda de penaltis con decisiones controvertidas tras una actuación inconmensurable del guardameta Dani, Torrent acabó imponiéndose. Pero este año el equipo tuvo una nueva oportunidad de revertir aquella noche trágica a nivel futbolístico.
El partido arrancó con el estadio lleno hasta la bandera de afición visitante, pero, sobre todo, de rayistas, el ambiente era muy bueno. El partido comenzó y el Rayo salió dominando y no tardó mucho en llegar el delirio, ya que Debe puso un centro medido que remató a la red, Gálvez para adelantar al Rayo.
Tras el gol, el control era de los de Pina, pero un error en defensa provocó que Dani cometiese penalti sobre el delantero visitante, pero Héctor lo erró mandándolo a la madera.
La Nucía consiguió su premio a la media hora tras una serie de rebotes en el área del Rayo. El marcador no se movió más. La segunda parte tuvo ocasiones para los dos equipos. El despliegue físico de los rayistas llegaba a la reserva y las rampas comenzaban a aparecer, los visitantes tenían más fondo físico, pero no podían con un Rayo que tuvo momentos de achicar aguas. Finalizando el partido, Rafa regaló a la vista del aficionado un tacón mágico, de esos que deben acabar en gol, pero Francis mandó la pelota al larguero. Anto tuvo otra ocasión clara, pero cruzó en exceso el balón.
Llegó la prórroga, que fue más de aguantar que otra cosa, ya que no hubo ocasiones muy claras y acabó para que tuviesen lugar los penaltis.
La Nucía comenzó tirando, Dani detuvo el primero, el Rayo no fallaba y Dani paraba el segundo. Estaba enorme, como en Alberic, pero esta vez sus paradas valieron y el Rayo no fallaba. El último penalti de los visitantes se marchó al cielo de Quart de Poblet y ahora sí que era un hecho, el Rayo volvía a Tercera RFEF tras tres años duros por el desierto de preferente en el que no ha sido fácil de llegar hasta aquí, pero ya se sabe, el fútbol tenía una deuda con el Rayo y ayer se la devolvió y de qué manera.
Año para enmarcar, el equipo ha sido un bloque y ha realizado una temporada magnífica poniendo el broche de oro y brillantes en un pueblo que entra en la historia rayista. Ahora toca descansar y celebrar ese ascenso tan peleado y pensar en la temporada que viene.