Nuevo proyecto de ocio juvenil en la zona 5 de Ibi A esta redacción ha llegado la noticia de que la antigua zona 5 podrá ser un espacio de ocio para los jóvenes. Una decisión del actual equipo de gobierno de Ibi que viene a dar respuesta a la demanda generalizada de la ciudadanía con respecto a la falta de alternativas lúdicas para aquellos chicos y chicas que ya han abandonado su infancia pero todavía no tiene la edad suficiente como para disponer de cierta movilidad fuera de su lugar de residencia, es decir, los que tienen entre 12 y 17 años.
La falta de opciones lúdico-culturales y de ocio para ese sector poblacional es endémica en muchas pueblos y ciudades relativamente pequeños, e Ibi no es la excepción. Y la solución a este eterno dilema sobre cómo ocupar el tiempo libre de nuestros hijos los fines de semana, principalmente, podría estar en esta propuesta que se pretende poner en marcha desde nuestra administración local. Aprovechar el mismo lugar donde ya se intentó una propuesta similar, podría ser una solución viable. Ahora bien, aquella malograda zona 5 ha pasado por varias etapas hasta convertise en un espacio sucio, oscuro y hasta peligroso por el deterioro de las estructuras metálicas que todavía siguen en pie. Se destinó mucho dinero –cientos de miles de euros del Plan E de Zapatero–, y un gran esfuerzo público local para que finalmente quedara en la triste imagen actual. Hasta algunos concejales del entonces equipo de gobierno de Maite Parra vieron aquel emplazamiento como una estupenda oportunidad para invertir en negocios privados sin que se notara mucho, y con algunas dudas sobre su legalidad. Todo se fue al traste, incluidos aquellos ediles.
La puesta en marcha de este proyecto es, a priori, una buena noticia, teniendo en cuenta el déficit de alternativas para los adolescentes que ven reducida su vida social a unos pocos locales particulares donde se reúnen para compartir el tiempo libre con sus amigos. Esta decisión hay que apludirla siempre y cuando se lleve a buen término y se realicen los estudios necesarios para asegurar la viabilidad económica en todos los aspectos. Desde el punto de vista público pero también del privado. No podemos aventurarnos a construir macro proyectos sin que alcancen los objetivos por los que se idean. Tenemos más ejemplos de inversión pública que siguen durmiendo el sueño de los justos nacidos, de la misma malograda etapa política. Adelante con la iniciativa con todas las expectativas puestas en que por fin hayan propuestas para ofrecer a nuestros jóvenes ese ocio de calidad tan necesario en los tiempos que corren.