El màxim promotor de la donació de sang a Castalla, i delegat en esta localitat de l'Associació de Donants de Sang de la Província d'Alacant, Salvador Leal Rico, ha mort este primer d'octubre als 84 anys d'edat, víctima d'una fallada cardíaca.
La capella ardent està instal·lada a la sala número 3 del Tanatori Moya de Castalla, mentres que l'enterrament tindrà lloc el dimarts 2 d'octubre a les deu del matí a la Parròquia de Mª Assumpta.
El Monument al Donant de Sang de Castalla, considerat el primer construït a Espanya, lluïx un crespó negre en memòria de Salvador i en senyal d'agraïment per tota una vida dedicada a esta i altres causes de forma altruista.
Des de l'Associació de Donants de Sang de la Província d'Alacant (ADSPA) mostren el seu enorme pesar i condol a la família en estos moments d'enorme tristesa. El vicepresident de la ADSPA i col·laborador de Escaparate, Moisés Aparici, ha remés un xicotet escrit al respecte, que reproduïm a continuació, en castellà:
«EL CIELO SE LO HA LLEVADO
La ADSPA se llena de duelo y desconsuelo frente a la pérdida de su respetado, querido y octogenario presidente y delegado de colectas en Castalla, D. Salvador Leal Rico, a quien el cielo se ha llevado. Conocerlo era quererlo. Hombre sagaz, que sabía hacer valer su personalidad y autoridad mediante el uso de la palabra. Siempre cordial, afable y diligente, enciclopedia viviente, con temperamento bonancible y muy tenaz, nunca abandonaba una idea que valorase óptima para ensalzar a su pueblo: Castalla, o a su queridísima Donación de Sangre Altruista.
Salvador Leal ha sido para muchos castelluts hombre de temperamento de acero inoxidable. Sonrisa bonancible dibujada en su cara y mirada propia. Desde su juventud se juraría usar su vida en la búsqueda de sangre que transfundir para salvar la vida de otras muchas personas. Ante todo primero el ser humano, su vida por delante. Que nunca faltase para el enfermo o accidentado esa bolsa de sangre. Pionero dentro de la causa de las colectas de sangre en su localidad, sagaz y auténtico, tal cual.
No obtuvo por casualidad su merecidísimo Mérito Nacional a la Donación Altruista de Sangre en España, tampoco fue baladí la concesión de la placa con su nombre a los pies del primer Monumento de España al Donante de Sangre. Católico ferviente, no dudó, en 1982, en donar a su virgen la medalla de Oro con la que la Cruz Roja distinguió a los donantes de Castalla.
La montaña alicantina no pudo ocultar el fulgor y efervescencia de este gran ser humano a quien despedimos desolados a la par que enardecidos de orgullo. Con ojos arrasados en lágrimas le recordaremos en cada colecta de sangre o cuando alcemos la vista hasta la bóveda azul de porcelana. Perdemos a uno de los grandes de la donación de sangre. Descansa en paz.»
A la fotografia, Salvador Leal apareix al costat del president de la ADSPA, Juan Collado.
Muchas gracias al periódico Escaparate por su difusión no sólo de esta luctuosa noticia sino por estar al lado de nuestra causa siempre. Un abrazo.