El pleno, de forma unánime, ha vuelto a solicitar al Gobierno Central una financiación justa para la Comunidad Valenciana. La primera vez ocurrió en mayo cuando todos los grupos políticos expresaron de forma unánime su rechazo a los presupuestos generales del Estado, a propuesta del PSOE, por “incuestionablemente injustos y antivalencianos”, y ahora, vuelve a suceder con una moción de Compromís.
Todos los partidos se sumaron en el pleno del 4 de diciembre a las reivindicaciones plasmadas en el manifiesto Per un finançament i unes inversions justes per a la Comunitat Valenciana, promovido por la Confederación Empresarial Valenciana y a la que se han sumado sindicatos, comerciante, autónomos y todos los colectivos sociales, políticos y culturales y que culminó el 18 de noviembre con una gran manifestación en Valencia.
Porque los datos son demoledores: Este año, cada valenciano recibirá 237 euros menos que la media de ciudadanos del?Estado, o 839 menos que la autonomía mejor financiada, lo que equivale a un 10% y 29% menos de recursos, respectivamente.
Además, según consta en la moción, si se suma infrafinanciación y infrainversión, la discriminación alcanza los 1.600 millones de euros, en comparación con la media. La Comunidad está, por tanto, en una situación insólita, “tenemos una renta per cápita inferior en 12 puntos a la media y necesitamos más incluso de esos 1.600 millones para acercarnos a ella”.
Desde Ciudadanos, su portavoz David Martínez, consideró que el cupo vasco contribuye a empeorar la situación valenciana y mostró su sorpresa de que el PSOE lo haya apoyado. Sin embargo, el edil socialista Sergio Carrasco no quiso valorar esta crítica y alegó que los socialistas “vamos a seguir reclamando una financiación justa a todos los gobiernos, incluso al nuestro si se da el caso”, aunque sí lamento que el PP no asistiera a la manifestación del 18 de noviembre.
La edil popular Sara Díaz se sumó a la demanda, recordando que también lo hicieron con la moción que se presentó en mayo y desde EU indicaron que se trata de una reivindicación histórica y la línea a seguir es que la ciudadanía reclame.