El pleno aprobó el lunes 5 de noviembre la modificación de la ordenanza reguladora de tenencia de animales dado que las cuantías de algunas de las infracciones superaban las establecidas en normas con rango de ley, como la de Seguridad Ciudadana. Así lo explicó en el pleno el edil responsable, Rubén Barea, quien afirmó que “la ordenanza es para educar no para recaudar”.
Las alegaciones presentadas por varios vecinos sancionados han sido el detonante de este cambio, que afecta a once artículos de la ordenanza. El más llamativo, sin duda, es el que se refiere a “no adoptar las medidas necesarias para evitar la escapada o extravío” del animal cuya sanción se rebaja de los 750 a los 100 euros. Este es el caso de algunos ciudadanos, que acudieron a la Policía para denunciar la pérdida de su mascota y fueron sancionados por abandono.
Otros infracciones que sufren rebajas importantes tienen que ver con la no recogida de excrementos, que pasa de 750 a 200 euros de multa, o albergar animales de compañía en inmuebles que no cumplen las exigencias de su raza, que pasa de 750 a 300 euros. La medida salió adelante con la abstención de Compromís y Ciudadanos.
Por su parte, los socialistas lamentaron que no se hayan tenido en cuenta demandas planteadas por ellos como el aumento de agentes de Policía y la adecuación de los vehículos policiales para transportar a los animales.
Esquerra Unida también apoyó la modificación considerando, además, que la ordenanza está funcionando y “hay mejores comportamientos”.