La congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada deja el asilo San Joaquín después de más de cien años de servicio. El Asilo fue fundado en 1901 por Francisca Guillem Martínez en una época dura y difícil debido a la situación de pobreza en la que vivían muchísimas personas, según recuerdan, y “todas las hermanas que han pasado por la fundación han dejado su amor y cariño a todos los ibenses que han necesitado ayuda”, explican.
Ahora, las últimas cinco hermanas que quedan abandonan el Asilo debido a su avanzada edad y terminarán su vocación en otros destinos. Sor Gloria, sor Sara, sor Ángeles, sor Esther y sor Lola recibieron el jueves 28 de febrero la visita de las autoridades locales para despedirlas y agradecerles los más de 100 años de trabajo en Ibi. Al acto asistieron el alcalde, Rafael Serralta, la edil de Servicios Sociales, Mª José Herrero y el exalcalde, Vicente Pascual, entre otros miembros de la Corporación Municipal.
Además, y con motivo de este homenaje, la pasada semana se les hizo entrega de unos regalos institucionales. Los asistentes recordaron cómo, durante su estancia en Ibi, la congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada ha vivido momentos difíciles, “cuidando enfermos y realizando una labor asistencial en un tiempo sin tanta conciencia social como en la actualidad. Sin disponer en muchas ocasiones de los recursos necesarios, pero siempre cumpliendo con esa noble y altruista labor de prestar su ayuda a los demás y contando también con muchos vecinos de Ibi que han volcado su generosidad y han contribuido a que su labor perdurase en el tiempo”.
Rafael Serralta recalcó la estima y el reconocimiento del pueblo de Ibi a todas las hermanas “que a lo largo de tantos años han realizado esta labor solidaria, ofreciendo consuelo, amor y cariño a muchas familias del municipio” y les deseó lo mejor en el nuevo camino que a partir de ahora emprende cada una de ellas y les recordó que en Ibi siempre tendrán su casa.
A Dios rogando y con el mazo dando.... Alguno de los de la foto representa la hipocresía más absoluta. Mucha misa, mucho cura, mucha monja, mucho salesiano....y todo fachada.