El jueves 17 de marzo va a suponer un antes y un después en la vida política y social de Castalla. Hartos de dimes y diretes, de acusaciones falsas, de verdades a medias y de informaciones retorcidas e interesadas, por fin el Ayuntamiento, por expreso deseo del alcalde y el actual equipo de Gobierno, va a sacar a la luz, uno por uno y con pelos y señales, todos los procesos judiciales en los que se haya inmerso este Consistorio, tanto en calidad de denunciado, por varios motivos, como en el papel de denunciante, que de todo hay.
Son más de treinta litigios que se vienen arrastrando desde hace varias legislaturas, entre ellos el tan traído y llevado caso de las bombillas, que ha hecho mucho daño, y sigue haciéndolo, tanto a representantes públicos de la Corporación como a sus familias. Es un desgaste continuado y a menudo insoportable para personas normales en un pueblo normal donde todos se conocen, como es Castalla.
La habitual pachorra de nuestro sistema judicial tampoco ayuda a la hora de acallar susceptibilidades y evitar la proliferación de calumnias, juicios torticeros y arbitrarios y acusaciones infundadas o con una base de dudosa procedencia.
Para que todo el pueblo sepa cómo están las cosas y cesen de una vez por todas las especulaciones, el jueves 17 de marzo, a las 20:00 horas en la Casa de Cultura, tendrá lugar una sesión informativa a la que no debería faltar ni un solo vecino de Castalla, comenzando por esos que señalan por la calle con el dedo acusador sin saber de la misa la media. Ojalá nos equivoquemos, pero mucho nos tememos que precisamente esta gente no va a poner ningún interés en acudir al acto, porque es más fácil seguir con la venda sobre los ojos y continuar ejerciendo libremente el papel de alcahuetes y comadres, amparándose en el atrevimiento y el descaro que proporciona la ignorancia.
El 17 de marzo se van a poner muchos puntos sobre otras tantas íes, con transparencia y sin rencores, con la máxima objetividad y sin esconder nada, porque de la resolución de estos pleitos depende el futuro de las arcas municipales y, por tanto, del bolsillo de los castallenses. Se dirá todo sobre todo, y mucho nos tememos que nada seguirá siendo igual una vez abierta esta caja de Pandora. No se lo pierdan.