La construcción del nuevo colegio público de Castalla vuelve a retrasarse, y en este caso no va a ser cuestión de semanas o meses, sino que estaríamos hablando de que aún pasarán al menos dos años hasta el comienzo de las obras, tal y como explicó en el último pleno municipal la edil de Educación, Marián Juan, quien lamentó que los plazos “no van a ser tan rápidos como nos dijeron” desde Conselleria, pues primeramente las previsiones eran comenzar las obras durante el primer semestre de este año y, posteriormente, se aplazaron al segundo semestre. Y hasta ahora, cuando técnicos de la Conselleria han visitado el solar municipal de 6.700 metros cuadrados en La Llauria y han estimado este nuevo plazo de dos años para poner en marcha las obras. Mientras, unos 200 alumnos de 4º a 6º de Primaria siguen estudiando en las nueve aulas prefabricadas del colegio Rico Sapena. Cabe recordar que el edificio principal de este centro fue desalojado de la noche a la mañana en octubre de 2010 y derribado tres años después.
Fuentes de la Generalitat consultadas por Escaparate señalan que actualmente este asunto se encuentra “en el proceso de validación de la parcela que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de la conselleria de Educación para la nueva construcción. Si la documentación aportada es correcta, podremos licitar la redacción del proyecto antes de que se acabe el año”.
En caso de cumplirse esta nueva previsión, el tiempo hasta el comienzo de las obras sería, efectivamente, de unos dos años, puesto que primero hay que licitar y adjudicar la redacción del proyecto y, posteriormente, hacer lo propio con la construcción del colegio.
Desde el equipo de gobierno municipal ya han iniciado las gestiones oportunas para intentar agilizar este dilatado proceso.