La alcaldesa de Castalla, Maite Gimeno, se reunió recientemente con la consellera de Educación, Formación y Empleo, María José Catalá, para tratar, entre otros asuntos, la postura de la Generalitat respecto al colegio público Rico Sapena, cuyo edificio principal (el Doctor Sapena) fue desalojado de forma urgente en octubre de 2010 y los alumnos afectados (unos 250) tuvieron que ser realojados, primero en varios bajos comerciales cedidos al Ayuntamiento por sus dueños y, posteriormente, en una decena de aulas prefabricadas.
La cuestión es que el edificio sigue vallado y precintado pero nada se sabe del estudio sobre el estado de la estructura, que supuestamente propició tan fulminante desalojo.
Ante esta situación, la consellera se comprometió a realizar un nuevo informe que sea capaz de llegar a una conclusión válida y eficaz, que pasaría por rebahilitar el edificio o, sin más, demolerlo y construir uno nuevo.